Pertenencia

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                 Pobre artista, condenado por la sociedad, siguiendo la estela de la melancolía y la soledad, que lo alimenta y le da esperanza a seguir escribiendo. 

                 Pero que difícil es sentirse querido en un mundo en el que las artes no importan nada, en un mundo deshumanizado en el que la guerra, lo ilegal y el dinero importan mas que el conocimiento. Lloro cada vez que pienso en esto, porque cada vez se va haciendo mas alto el mundo para nosotros y solo nos queda rezar e intentar saltar encima de el con esperanza y mucha paciencia.

                  El escritor es el que por medio de las palabras nos quiere contar algo, algo que le duele, algo que piensa, algo que es importante,  siempre a sido así, pero nadie lo a sabido ver. Nos morimos dejando joyas escritas, que se pierden o se borran con el paso de los siglos. Muchas en casas que quedan abandonadas , otras muchas no se identifican a tiempo antes de ser destruidas, y otras tantas son olvidadas para siempre en cajones que jamas serán vueltos a abrir.

                    Constantemente nos encontramos dando vueltas en una espiral viciosa de remordimiento al ver que en una sociedad que, ahora debería estar mas unida , cada vez esta mas fragmentada, vemos a los políticos tirándose los trastos a la cabeza, y usando discursos pobres y vacíos de significado, mientras en los hospitales de nuestro país mueren cientos y miles de personas. La palabra que definiría esta situación podría ser, ''Dantesco''.

                    Pero yo, no me callare, porque eso es lo que quieren , que no le señalemos para no estar siempre en el foco de atención , para poder esquilmar mas la bolsa de impuestos que pagamos sin rechistar, mas aun si saber si poder llegar a fin de mes o no. Seguiré escribiendo y sacando las vergüenzas de un gobierno que solo dinamita y hecha la culpa de todo a una sociedad que a priori es culpable, en algunas cuitas no lo es tanto, pero el pueblo siempre sera dilapidado de cualquier pequeñez que así lo necesiten los gobernantes.

Paranoias de mi serDonde viven las historias. Descúbrelo ahora