Una semana había pasado desde que ocurrió el incidente de mi poder elemental, yo había quedado inconsciente un día completo, al parecer esto era normal en los magos elementales, cuando nacía su don, cuando desperté, Samuel había regresado a su forma humana y hablaba con todos con una normalidad extraña, había escuchado que hasta ayudo a reconstruir varias casas, me pareció algo extraño pues recuerdo que estaba en un estado delicado tras sus heridas, aunque el castaño me contó que el médico del pueblo lo había ayudado a sanar lo suficiente para poder moverse sin dolor.
Durante estos días estuvimos durmiendo en la casa de Luzu y Lana, su familia era tan acojedora y amable conmigo, podía ver el amor que se tenían y no podía evitar recordar a mi familia en el pasado. Yo me quedaba a ayudar a Lana en lo que pudiera en casa mientras Samuel se iba con Luzu a seguir en la construcción del pueblo; después de despertar le había dicho a mi compañero que era mejor irnos, pero Luzu me dijo que necesitaba un par de días de reposo, además de que quería enseñarme a usar el don, por eso hoy veía las estrellas de una noche más de mi estadía en este pueblo, en verdad este lugar era tan hermoso y agradable, en el fondo quería quedarme, pero no quería alejarme de Samuel por una extraña razón.
Luzu me ayudó a relacionar mis emociones con los elementos, me enseñó a sentir lo que había a mi alrededor en caso de que alguna vez necesitará ayuda de estos, me explico cómo controlar el fuego sin temer a quemarme, a cómo controlar el agua sin temer a ahogarme, como usar el viento a mi favor sin caer, como usar la tierra para dar vida y como mover el clima sin dañar, nunca había pensando en todo lo que me rodeaba, nunca había visto a los árboles como mis amigos o a la tierra bajo mis pies como un arma, la vida de un elemental era tan pacifica y preocupante a la vez, pues algunas veces Luzu me quitó el collar y me hizo ver el dolor de utilizar tanto mi don, de como poco a poco uno puede morir por dentro mientras lo demás vive, como usar el don para moverte si tú cuerpo ya no puede más gracias al dolor, como protegerte si no encuentras refugio y no podía evitar ver la preocupación de Samuel mientras veía el entrenamiento de Luzu, que muchas veces estuvo apunto de recibir un golpe de parte del castaño.
- ¡Hey Guillermo! — escuché que me llamaban a lo lejos y pude ver como Luzu junto a Samuel, se acercaban a casa, hoy había sido un largo día de trabajo suponía, ambos estaban algo sucios y parecían cansados
- Bienvenidos — dije a ambos mientras me levantaba para dejar de contemplar el cielo y entrar junto con ellos a casa
- Chicos, que bueno que llegaron, ya está lista la comida — en ese momento pudimos escuchar el rugido de dos estómagos, Lana y yo no pudimos evitar reír al darnos cuenta de que estómagos se trataba, rápidamente arreglamos la mesa y comenzamos a comer junto a la familia, Luzu y el castaño nos platicaban de cosas que sucedían durante su día de trabajo, muchas de esas anécdotas eran divertidas, los niños y yo solo reíamos con lo que decían mientras disfrutábamos de la comida que había preparado Lana.
- Uff estoy lleno — dijo Luzu después de terminar su segundo plato de comida
- Muchas gracias por la comida, estuvo deliciosa — dijo ahora Samuel y Lana solo sonrió ante el cumplido de mi compañero, este se levantó y recogió los platos que ya no se utilizaban, yo le ayude mientras escuchaba que Luzu se iría a asear.
- Deberías ir a limpiarte también — le dije a Samuel y este sonrió levemente mientras empezaba a lavar los platos
- Me estás diciendo sucio? — yo sonreí ante su comentario y le di un leve golpe en el hombro
- Es que es tonto — dije divertido y lo ayude en lo que hacía, Lana junto lo que hacía falta en la mesa y cuando terminamos de limpiar, el castaño me miró
- Iré al río a lavarme, volveré en un rato — dicho esto me dio un beso en la frente con cariño, tomándome de sorpresa y sentí como mis mejillas empezaban a calentarse mientras el castaño se alejaba, sentía mi corazón levemente acelerado
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The Monster (Wigetta)
Fanfiction- Que eres tu? Y porque sólo puedo escucharte yo? - - Soy un monstruo, que no? - - Lamento eso...pero en serio, porque te escucho y te entiendo? - - Porque confió en ti...