Me mantuve aferrado al pelaje de aquella bestia que se movía con brusquedad mientras escuchaba sus fuertes rugidos y los gritos de terror y dolor de aquellos que nos habían atacado, tenía los ojos cerrados con fuerza y empecé a temblar cuando sentí como caían gotas sobre mi cuerpo, era un líquido caliente, apreté los puños al saber lo que era y solo intentaba ignorar lo que pasaba a mi al rededor.
Cuando el ruido desapareció decidí abrir los ojos, podía ver los árboles que se encontraban a su al rededor y sentí como el cuerpo de la quimera se hacía pequeño poco a poco mientras el cabello desaparecía, cuando al fin la espalda humana de Samuel decidí bajarme de él, al momento de separarnos la luz que nos rodeaba desaparecía y cuando quise dar un paso hacia atrás me tropecé con algo, haciéndome caer hacia atrás, vi lo que había provocado mi caída y sentí como todo mi cuerpo se tensaba aterrado al ver el brazo de una persona que parecía haber sido arrancado, voltie hacia el castaño quien se encontraba desnudo y empezó a quitarle la ropa a unos cuerpos que no tenían cabeza.
- ¿Estás bien? — pregunto de forma amable, pero su tono me hacía temblar pues no era acordé a como se veía, toda su cara, cuello y manos estaban bañadas en sangre
- S-si — susurré mientras me levantaba con cuidado, evitaba ver lo que había hecho el castaño y sentí líquido en mi cabeza, puse mi mano en el lugar y sentí varios escalofríos al ver cómo algunos de mis dedos tenían sangre — ambos estamos llenos de sangre — susurré tímido y vi de reojo al castaño quien ya había agarrado el saco que llevábamos con nosotros y prendas de los cuerpos
- Si, vamos a limpiarnos, huelo a agua dulce cerca de aquí — dijo con normalidad y camino en dirección al bosque mientras cargaba las cosas, yo no conteste y solo lo seguí, veía su espalda desnuda y no entendía como alguien que parecía un chico normal y tranquilo podía ser capaz de aquello que dejábamos atrás.
Caminamos por un rato, hasta que escuche el ruido de una cascada, note que él castaño sonrió mientras apresuraba el paso y al salir de los arbustos nos encontramos con un lago algo grande con una cascada, hace tiempo que no veía una cascada y me parecía una bonita zona, observé como el castaño dejaba las cosas sobre una piedra al borde del lago y se metió al agua hasta el punto de desaparecer bajo está, yo me acerque tímido y vi como salía a tomar aire mientras veía como la sangre iba desprendiéndose de su piel
- ¡Hey Guillermo! ¿Que esperas? Tienes que quitarte esa peste — me dijo mientras sonreía y yo inseguro desvíe la mirada, por un segundo verifique que nadie nos viera, pero no pude reírme de mi mismo al darme cuenta de lo que me preocupaba
- No creo que sea buena idea, mejor espero a que salgas tu — le dije mientras me sentaba sobre la piedra donde estaba las cosas que llevábamos
- Oh cierto, es que el lago es muy pequeño ¿verdad? — dijo divertido mientras extendia los brazos haciéndome ver la longitud del lago, sonreí por lo ridículo que me escuchaba — anda, no pasará nada malo porque te metas a lavar — su tono era tranquilo y amigable, pero sentí que sus ojos me estaban ordenando que entrara, a pesar de que me dijo que no me lastimaría, tenía mis dudas, así que solo suspiré y empecé a desvestirme, por un momento me sentía avergonzado de que me mirara, pero cuando se fue a nadar me sentí más tranquilo y me metí al lago, el agua estaba demasiado fría, por un momento mis pies dolieron hasta que se acostumbraron a la temperatura
Poco a poco moje mi cuerpo para acostumbrarme a la temperatura y después me hundi para mojarme hasta la cabeza, no pude evitar gritar sorprendido cuando el castaño se encontraba frente a mi a unos centímetros.
- ¡Joder! Que susto me pegaste tío — exclamé mientras ponía una mano contra mi pecho sintiendo como mis latidos se habían acelerado, el castaño se rió y el verlo limpio le quitó un poco lo intimidante
- Lo siento...lo siento — se disculpo entre carcajadas y después de unos segundos se calmo, yo seguí limpiando mi cabeza y brazos — ¿cuando empezarás a confiar en mí? — pregunto después de un rato de observarme
- ¿De que hablas? — dije con una pequeña sonrisa nervioso y vi como torcía los ojos
- Tu voz y tus acciones pueden mostrar lo que quieras, pero tú mirada no me engaña, sé que me temes y que cada vez que estoy cerca de ti, tus músculos se tensan — este se acercó aún más y no pude evitar encojerme intimidado, baje la mirada y escuché como suspiraba
- Lo lamento — solté antes de que dijera algo y levanté un poco la mirada — es solo que...bueno, tu sabes, venimos de diferentes mundos y para mí es muy aterrador la muerte — dije sincero y sentí que un peso desaparecía de mis hombros — más cuando nosotros somos quienes la provoca — dije ahora más alto con más seguridad y por unos eternos segundos hubo un silencio
- Tienes razón, perdón por presionarte, intentaré no ser tan violento, pero sé consiente que tendremos que defendernos en algún momento — dijo mientras se recostaba en el agua y empezaba a flotar en esta
- Cierto — susurré y termine de lavarme, me senté sobre el agua dejando hundido mi cuerpo hasta mis hombros intentando relajarme y pensaba en lo que había dicho; sabía que él tenía razón, capaz aquellos seres de magia negra nos querían asesinar y escapar era complicado, quizás no había otra opción más que la de matarlos, pero eso no quitaba mi incomodidad al saber que mi acompañante estaba lleno de sangre de esas personas
- ¿En qué tanto piensas? — pregunto el castaño mientras me veía con curiosidad
- Ah solo recordaba lo que me decías de los tipos de magia — le mentí intentando no preocuparlo más — ahora que recuerdo, esa luz verde que nos rodeaba ¿era mi protección? — pregunte para distraerme
- Correcto — contesto sin más
- Recuerdo que cuando cure tu herida, el destello también era de ese color, es extraño —
- Es el color de tu alma, de esa forma pueden saber que eres un curandero, cada tipo de magia tiene su color, los bestiales tenemos almas violetas, los curanderos son verdes, la magia oscura es representado por el color negro, las almas de los magos herreros es azul, los espirituales es blanca y las almas rojas son de los elementales — explico mientras caminaba hasta salir del lago — solo los seres de magia espiritual y bestial somos capaces de ver el color de las almas, hace tiempo se raptaban muchos de nuestra clase con el fin de encontrar a los curanderos — salí del agua y el castaño me pasó la toalla que había usado para quitarse el agua
- ¿Así descubriste que era un curandero? — este asintió y empezó a vestirse dándome la espalda — ¿como es el alma de las personas que no poseen dones? — pregunte mientras me vestía
- Amarillo, por eso sobresalias entre todas aquellas almas — volteo a verme cuando termino de vestirse y note como sonreía —una linda y cálida alma verde — dijo mientras se acercaba a mi y acaricio mi cabeza — cada vez que me temes, tu alma se hace más pequeña, como si se quisiera refugiar, pero créeme que si fueras capaz de verlo entenderías que nunca sería capaz de acabar con el hermoso brillo verde que hay en ti — susurro y entonces sentí como mi rostro empezaba a arder, avergonzado baje la mirada y mi corazón latía acelerado, sus palabras habían provocado un extraño sentimiento en mi y a pesar de que apartó su mano, aún sentía su calidez — es hora de irnos — anuncio y tomo las cosas, yo solo asentí y de nuevo lo seguí, nos dirigimos al camino y mientras veía su cuerpo frente a mi, me preguntaba el porque aquello que me dijo, me hizo sentir tan extraño
Por qué...?
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The Monster (Wigetta)
Fanfic- Que eres tu? Y porque sólo puedo escucharte yo? - - Soy un monstruo, que no? - - Lamento eso...pero en serio, porque te escucho y te entiendo? - - Porque confió en ti...