Sentí como despertaba de golpe en un lugar que no me parecía conocido, tenía un pañuelo suavemente húmedo sobre mi frente y empecé a levantarme con cuidado, al observar un poco a mi al rededor note que me encontraba en la cabaña del herrero, estaba recostado sobre la cama donde antes se encontraba aquella mujer que ayude, había un par de velas encendidas dando una iluminación tenue al lugar, mis zapatos se encontraban al costado de la cama, así que me los puse, además de que mi capa con gorro se encontraba sobre una silla, decidí dejarla ahí y busque a los demás, pude ver que el cielo ya dejaba ver el brillo de las estrellas acompañadas con la luna, con cuidado salí de la cabaña al ver un leve brillo provocado por el fuego, ahí fue cuando vi una fogata encendida y con cuatro personas al rededor de esta sentadas sobre lo que parecían bancos de madera, el ruido de la puerta al cerrarse logro llamar la atención de todos, provocando que sus miradas se posaran sobre mi, esto poniéndome algo nervioso
- ¿Te encuentras mejor, mocoso? - dijo un chico que no había visto antes, su cabello era largo y castaño claro, parecía estar sujeto con un listón formando una coleta, el brillo de la fogata me dejaba ver que sus ojos eran de color claro y tenia un rostro que me parecía el de un chico guapo, además de que aquella barba que cubría la mitad de su rostro lo hacia ver varonil, a su lado pude notar que se encontraba aquel chico bajito que de nuevo me veía con el ceño fruncido, su mirada me ponía tenso y no sabia que decir en realidad.
- Guillermo, ¿te sientes mejor? - dijo ahora la única mujer en el lugar, ella se levanto y camino hasta estar frente a mi, no pude decir nada cuando sentí su mano contra mi frente, estaba helada y el contacto me hizo temblar - tenias temperatura cuando te quedaste dormido - su tono de voz demostraba preocupación
- Eso se debe a su magia elemental - escuche que hablaba ahora Fargan y este movía la madera que se quemaba en la fogata - uso sus dones sin cuidado, es normal que se enferme mientras su cuerpo recibe aquella magia a la misma velocidad que la utilizo - explico el hombre y entonces la mujer me llevo hasta la fogata, dándome espacio para sentarme junto con ellos, podía ver las líneas que rodeaban a los chicos que desconocía, el mas bajo era un herrero y el alto se trataba de una quimera, supongo que la misma que ataco a Samuel.
- Lo lamento - dije mientras baja la mirada, arrepentido de lo que había hecho, dirigí la mirada hacia los chicos y no pude evitar sentirme ira hacia mi mismo al ver las marcas en el cuello del mas bajo - ¿te duele? Puedo quitarte las marcas, no espero que me perdones aunque lo aceptes - susurre algo tímido mientras mantenía la mirada en los ojos del pelinegro, este me veía irritado y algo inseguro
- Hmmm esta bien, pero si intentas algo, Mark te arrancara la cabeza - dijo con una sonrisa de diversión maliciosa, yo solo reí nervioso mientras me acercaba, no podía evitar temer por mi vida mientras sentía la intensa mirada de aquella quimera, tengo que admitir que me sentiría peor si no conviviera con Samuel todos los días, pero el que me vean como presa, no es nada fácil de procesar.
Intente relajarme y sentí como la magia que entraba a mi cuerpo empezaba moverse con menos fuerza, suavemente toque el cuello del chico y empecé a pedir por su salud, empecé a desear de verdad el curar aquello que había dañado, segundos después el calor invadió mis manos para dejar salir un brillo color esmeralda el cual pasaba hacia las marcas de aquel chico provocando que poco a poco desaparecieran, cuando el brillo desapareció me aparte mientras veía como tocaba su cuello
- En verdad lamento mucho lo que les hice, sinceramente nunca había actuado de esa forma - explicaba mientras me sentaba a un lado de la castaña sobre el banco, ella tenia una manta sobre su espalda la cual movió para compartir conmigo, esto me hizo sonrojar un poco, al menos por la cercanía
- En realidad no es tu culpa - dijo serio el chico de cabello largo, este ahora veía la fogata - tu quimera es quien te hace ser agresivo - dijo con el mismo tono y pude sentir como mis músculos se tensaban suavemente mientras escuchaba aquello
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The Monster (Wigetta)
Fiksi Penggemar- Que eres tu? Y porque sólo puedo escucharte yo? - - Soy un monstruo, que no? - - Lamento eso...pero en serio, porque te escucho y te entiendo? - - Porque confió en ti...