Han pasado seis años desde que mi padre desapareció, mi madre y yo quedamos solos, pues no teníamos algún familiar con vida que nos pudiera ayudar, para poder alimentarme mi madre trabajo de la única forma que le era posible, metía hombres a casa mientras a mi me escondía debajo del suelo de la casa, siempre me pidió que me tapara los oídos para no escuchar, pero aunque usara toda mi fuerza, sus gritos de dolor se escuchaban en toda la casa, al igual que los golpes que recibía la pared por los movimientos de la cama, nunca le comente que entendía a la perfección el como conseguía dinero, era asqueroso pues la mayoría de los hombres eran casados y aun así le pagaban a mi madre, yo la ayudaba cazando conejos, ardillas y un par de veces pude cazar a unos venados, vendí la piel, la cabeza y la mitad de la carne para darle paz al menos unas semanas a mi madre, pero desgraciadamente ese trabajo acabo con su vida, pues algunos hombres la golpeaban y las personas del pueblo no nos veían igual, quiero pensar que se rindió y no la culpo, presiento que yo hubiera actuado igual, ademas vino una especie de bruja a la casa, varias veces, le daba una extraña planta a mi madre y nunca entendí para que servían, pues se enfermaba cada vez que las hacia té. Hace cuatro años ella murió, me dolió su muerte como nada en el mundo, ademas de que sabia que me quedaría solo cuando ella se fuera, pero sabia que descansaría de todo lo asqueroso de este mundo, le dije que no se preocupara de mi, que estaría bien sin ella y que podía descansar, también le agradecí que siguiera cuidando de mi a pesar de la perdida de papá, ella murió en su cama, agonizando y yo la acompañe hasta que deje de sentir su respiración, si les soy sincero, hubiera preferido que cortaran cada parte de mi cuerpo lentamente a tener que ver como mi madre me dejaba de esa forma, pero sabia que iría a un lugar lleno de paz.
Después de su muerte seguí cazando para el pueblo, así conseguia dinero o intercambio, queso por carne, ropa por piel, dinero por agua, estuve así durante 4 años, las chicas del pueblo a veces me visitaban, querían algo de diversión pero nunca pude aceptar pues recordaba lo de mi madre, simplemente el contacto humano ya no me agradaba, sin importar de quien provenía, recibí varios insultos de su parte o algunos golpes, pero que podia decir? Que me daba asco porque recordaba como sus padres se cogía a mi madre? Claro que no, no quería arruinar familias, no queria seguir aquí, mi cabeza no soportaba las pesadillas y ruidos que escuchaba aunque estuviera sólo en casa, me estaba volviendo loco y solitario, así que deje la casa, pensaba irme un tiempo a Roma, era un lugar lleno de vida y fiestas, al menos eso es lo que se decia de ese lugar, podia adentrarme a España, pero probablemente encontraria un poco de lo mismo que mi pueblo. Tape con madera las ventanas y la puerta, confiaba en que no la profanarian las personas de aquí, pero los animales podian entrar y dañar las cosas que hay dentro, a pesar de todo lo malo que recordaba de este lugar, hubo demasiadas cosas buenas, pues aquí nací y crecí, aquí mis padres me criaron y este siempre sera mi hogar...
- Hey Guillermo, ya te vas? - me dijo el panadero del pueblo, era un viejo amigo de la infancia, su esposa alguna vez fue a mi casa, pero cuando la rechace busco a alguien que por lo menos no la haria pasar hambre.
- Hola Frank, si, sólo vere algo en el bosque y me ire al camino principal, espero encontrar a alguien que me pueda acercar a Roma - le dije mientras le daba un abrazo amistoso y sentia como su mujer me miraba con odio, me divertia aquello de alguna forma.
- Te deseo mucha suerte, tal vez algun dia vaya a visitarte o espero que regreses, nunca debes olvidar de donde vienes - me dijo animado y su sonrisa en verdad era contagiosa, era lo que mas me agradaba de él, que a pesar de todo siempre sonreia y trataba de hacer sonreir a los demás.
- Adiós Frank, espero verte de nuevo - le dije sin mas y me aleje de su hogar, que igual era la panaderia, camine al bosque despues de esto, camine por el mismo lugar, todas las semanas caminaba hasta aquí, a un costado del río, justo donde...deje morir aquel hombre.
Ya pasaron 6 años y aun no me sacó de la cabeza aquel día, aquel rostro lleno de miedo, aquella flecha bañada en sangre, siempre que regresaba a este lugar sentia un pequeño dolor en el pecho; me sente sobre la tierra al borde del río y mire el reflejo del agua, no habia ningun tipo de ruido mas que el sonido del agua chocando con las piedras del río, siempre me quedaba aquí a pensar y preguntarme si aquel chico tenia familia, si alguna madre lo esperaba y nunca llego, si alguna mujer que lo amaba lloro por no poder verlo de nuevo, eso me hacia sentir peor pero pensaba que era mi castigo por lo que hice, tal vez pude salvarlo y por mi miedo no lo vi posible, quizás era mi culpa que mi padre no volviera y probablemente merecia que los animales me comieran vivo, igual como pasó con mi padre y aquel joven, pero mi madre hizo tanto por mantenerme vivo que no podia simplemente rendirme, tenia que seguir viviendo para que su vida llena de mierda haya valido la pena.
- Lamento lo que hice y espero que estes en paz junto a mi madre y a mi padre - susurre a la nada mientras destruia mi reflejo en el agua, era hora de irme y sólo deseaba que los recuerdos se quedarán aquí para poder seguir con mi vida, en paz...
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The Monster (Wigetta)
Fanfiction- Que eres tu? Y porque sólo puedo escucharte yo? - - Soy un monstruo, que no? - - Lamento eso...pero en serio, porque te escucho y te entiendo? - - Porque confió en ti...