Prólogo

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Como cualquiera día habitual de su vida Xiao Yumian un otaku ordinario, despertó tarde caminando torpemente con los ojos entrecerrados hacia el baño que estaba a unos pocos pasos de su cama.

Salpicando agua fría en su cara para despertarse, las gotas de agua deslizaban por el contorno de su delicado rostro bajando por su delgado cuello y sus delicadas clavículas, visibles por su hábito de dormir con un camisón dos tallas más grandes.

Su suave cabello rojizo con pequeñas ondas, parcialmente mojado fue recorrido de su rostro con una de sus pequeñas manos, mostrando sus rojizas cejas arqueadas, ojos de durazno con iris color ámbar, nariz pequeña y respingada, labios finos, pero con un labio inferior carnoso, color melocotón muy atractivo.

Mirando su reflejo en el espejo, soltó un ligero gruñido de disgusto

Como puede un hombre tener una apariencia tan delicada

Se repetía día tras día, como parte de una rutina diaria

Abriendo la nevera para tomar la botella de cristal, la cual tenía poco menos de 100ml de leche dentro, suficiente para que cuente como su desayuno. Aunque no quisiera admitirlo, el sabía en lo más profundo de su corazón que esos hábitos suyos fueron el motivo de su baja estatura y frágil apariencia.

A pesar de su apariencia Xiao Yumian era un talentoso médico de milicia retirado, pese a sus escasos 25 años de vida.

Con 8 años de experiencia en sangrientos campos de batalla, fue retirado de servicio con honores, tras su última misión donde todos los médicos asociados de su puesto incluyéndole, fueron tomados de rehenes, torturados y cruelmente asesinados, logrando sobrevivir al esconderse herido entre los cuerpos de sus fallecidos camaradas, dejando no solamente cicatrices físicas sino también psicológicas, dirigiendo su atención a un estilo de vida más mundano y simple con su renovado lema de vida:

Vivir la vida relajado

No desperdiciaría la oportunidad de tener una vida tranquila luego de todo lo vivido, aunque ocasionalmente los recuerdos lo atormentaban dejándole al borde del colapso, decidido a dirigir su pensamiento en novelas o videojuegos para olvidar su pasado

Se volvió otaku de oficio

Concluido su desayuno, se vestía con su overol, sombrero de paja, guantes y botas de cuero

Salía a su jardín y procedía con su respectivo cuidado

Tenía una variedad surtida de vegetales, arboles frutales, arbustos de atractivos colores y una variedad de flores encantadoras

Cambiaba el agua de las fuentes colgadas en los arboles frutales para las aves que le visitaban y procedía a colocarles alpiste

No se sentía en condiciones de adoptar un cachorro o un minino debido a sus crisis depresivas, pero no le impedía disfrutar del encanto de un suave pelaje algodonado, cuando visitaba hogares de cachorros

Por la tarde mirando tutoriales de Mitube, se dedicaba a diseñar cosas para entretenerse, con el fin de llegar a un total auto sustento, por la noche ordenaba un plato de su antojo para cenar mientras leía alguna novela de interés.

La novela que estaba leyendo se llamaba Undead & The End

Una novela que narraba sobre un mundo apocalíptico donde un extraño virus mató a más de la mitad de la población convirtiéndolos en zombis que arrasaban con la humanidad, a su vez algunos de los sobrevivientes comenzaban a mutar y presentar habilidades asombrosas las cuales utilizaban para luchar contra los zombis los cuales de igual forma fueron mutando y adquiriendo poder, volviéndose mucho más peligrosos.

zombis animales, plantas mutantes, extrañas desapariciones, entre otras cosas

Aunque la novela era Yaoi y muy explícita, por cierto, era extremadamente adictiva, no podía dejar de leerla cuando su autor TurtleLoveLetter publicaba sus capítulos, él era su primer fan en reaccionar, críticas las cuales el autor ocasionalmente tomaba en consideración.

El protagonista era un chico común y corriente, que tras una caída por las escaleras en su preparatoria comienza a tener visiones del futuro que pasaría.

Al principio no le daba importancia, cuando adivinaba lo que comería en la cafetería o si tendrían un examen sorpresa, pero pronto sus visiones se vuelven más profundas, comenzando a ver el futuro lleno de zombis hasta su trágico final.

Convirtiéndolo en alguien paranoico. En su desesperación por vender las reliquias familiares para poder comprar equipos de supervivencia, descubre un collar de jade el cual despierta en él una habilidad de espacio en el cual tenía un jardín místico donde podía guardar cualquier cosa y no se arruinaría por un largo tiempo, por lo que sin dudarlo vende todas sus pertenencias y comienza a recolectar cosas para sobrevivir

Un común y corriente Shou

Un atractivo Gong que conoce en el transcurso de la novela, del cual se enamora y un montón de pretendientes igualmente atractivos

A pesar de que la trama era semejante a otras, no podía evitar disfrutar de la novela, era el género que más le gustaba

Sumido en la trama hasta altas horas de la noche cuando por fin sus cansados parpados comenzaron a cerrarse hasta que realmente perdió la conciencia y se sumergió en un profundo sueño

Todo era oscuro y confuso

Sentía que algo no era normal, Como si perdiera la fuerza de cada músculo de su cuerpo

Como si su conciencia tratara de escaparse lentamente de sus manos, intentando mantenerla

el fuerte golpe de la tableta digital cayendo al suelo resonaba en lo más profundo de su mente

Todo fue lentamente sumergiéndose como si estuviera en un profundo lago, silencioso

El miedo lo hizo agitarse más y más, incapaz de realizar movimiento alguno

intentaba mantener la calma, él sabía que no podía perderla, era lo único por lo cual aun vivía

y cuando pensó que eso era todo, su cuerpo comenzó a calentarse y cada fibra de su ser dolía

gemidos de dolor se podían escucha, la angustia lo hacía mucho peor

pero el era fuerte, se consideraba fuerte

sobrevivió a muchos meses de tortura, un simple dolor no le detendría

el tiempo pasaba muy despacio y el dolor era insoportable

mordía su lengua hasta el punto de sentir el sabor metálico en su boca, no quería desmayarse

luego de muchas horas de sufrimiento el dolor comenzó a desaparecer

sus debilitados músculos lentamente comenzaron a recuperarse

usando toda su fuerza de voluntad logró abrir sus pesados párpados

Nada estaba igual, no estaba más en su dormitorio

ahora podía ver algunos escombros a su alrededor, parecía encontrarse en un edificio abandonado

intentó levantarse pero no pudo mantenerse erguido y rápidamente cayó de espaldas

pensó que aun estaba débil...

levantó sus manos para poder verlas pero...

¡¿Patas?!

No quiero ser una mascota en el apocalipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora