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Impaciente.

Pasaban las horas y cada vez me ponía mas impaciente, anhelaba que fuera la hora de mi descanso e ir directo a aquella cafetería y ser atendido por aquella encantadora chica.
Tenia pensado ir al día siguiente de aquel primer encuentro, pero me fue imposible, pues es increíble la cantidad de trabajo que se puede acumular en un dos por tres; así que, cuando se dio la hora, deje todo perfectamente ordenado y salí para ir directamente a aquella cafetería.

Una vez llegue, estacione mi auto en el mismo lugar que hace dos días y espere. Con la mirada buscaba a la chica que me robo el aliento, pero como aquel día... ella no se encontraba patinando por el parking del local, ella no estaba fuera con las demás chicas.

Así que mejor dí una mirada a la cafeteria... y pude verte, parecias mirar tu cuerpo en un espejo que se encontraba aún lado de la rockola. Te mirabas de un lado a otro, acomodando tu uniforme y pasando tus manos por tu gran cadera y por tu espalda, tal parece que querías de alguna manera ocultar tus rollitos.
Mientras hacías todo aquello tu rostro lucia un poco preocupado, parecidas incluso disgustada. En eso, aquellas tontas chicas parecían murmurar cosas de ti nuevamente. Pues pasaron por tu lado y te volvieron a ver de arriba a abajo para después reír.

"No dulzura... no pongas esa cara" pensé al ver tu rostro aún mas triste.

Volviste a verte en el espejo y bruscamente trataste de esconder aquellos roles que con gusto degustaria.
Patinaste hacia la barra con la intención de semtarte y esperar a algún cliente... hasta que cruzamos miradas; y como si esa expresión triste nunca tomo tu lugar la cambiaste por una expresión de inmensa felicidad e ilusión.

La misma hermosa rutina, tomaste tu libreta, charola en mano y patinaste hacia mi auto.

-H-Hola! ...Realmente volvió- me dijiste con notoria felicidad, acomodaste el mechón que se encontraba sobre tu oreja y me dedicaste una hermosa sonrisa.
Que con gusto te devolví.

-Por supuesto que volví- comencé a hablar, tratando de no sonar como un desinteresado de mierda.

-El postre del otro día era realmente delicioso, justo como me comentaste- aclare un poco mi garganta para después acomodar mi cabello de manera nerviosa.

- Ademas me prometiste recomendarme mas postres-

Volviste a sonreir al mismo tiempo que asentiste a mi comentario de forma alegre.

-P-para hoy, le recomendaría unas deliciosas galletas con chispas de chocolate junto a un batido de helado de fresa y crema batida, ya que el día es un poco gris ... s-seria perfecto... no cree?-

Preguntaste insegura pero a la vez emocionada por saber mi respuesta a tu recomendación.
Sonreí y acepte tu propuesta

"¿Quien soy yo para no aceptar algo previniendo de ti?"
Además de  aquel postre te pedí un sándwich de pechuga de pollo, no era como que tuviera tanta hambre, solo quería ir a verte.

Lo anotaste y te fuiste.

Ahora esperar en el auto era el momento perfecto para pensar mis nuevos diálogos o mi actuar frente a ti una vez regreses.

Y mientras tanto, note como platicabas feliz con aquel cocinero rubio; era atractivo no lo iba a negar, no tan alto, mirada seria un tanto enojado pero simpático, con tatuajes y piercings.
Se veían bien juntos...
Por alguna extraña razón el ver aquella escena me incitó a verme en el retrovisor frente a mi para acomodar mi cabello, corbata y mis lentes... de alguna u otra forma trataba de verme mas atractivo que aquel chico.

Me puse aún mas nervioso al ver que estabas volviendo, y en otro intento de verme genial apoyé mi brazo sobre la ventana sosteniendo mi barbilla, mientras que mi otra mano descansaba sobre el volante.
Seguro que me veía ridículo. 

Llegaste y sonreiste como siempre, después de "Lamento la demora" me entregaste las cosas.... estaba nervioso, pues por primera vez daría el primer paso.

Sacaría un tema de conversación fuera de cliente y mesera, así que me arme de valor y lo hice.

-Mmm...llevas mucho trabajando aquí?- me miraste sorprendida, seguramente te tome por sorpresa y no te culpaba, incluso yo me sorprendería. Pero aún asi no me dejaste con la palabra en la boca.

-No taanto, ¿medio año? Creo? Jejeje-

-Empece a trabajar aquí porque mi hermano me invito- eso me sorprendió.

-Tu hermano?-

-Si! El chico rubio de allá dentro-.
Se giro un poco y apunto dentro del local, hacia aquel chico que anteriormente y tontamente trate de superar... por decirlo de alguna forma.

Y tan solo escuchar que le llamaste "tu hermano" me hizo sentir tan aliviado.

-Bueeeno no es mi hermano, es mi mejor amigo, el trabajaba aquí mucho antes que yo y pues...el me convenció de trabajar en este lugar-

"Diooos, que alivio" pensé.
Joder, creo que mi cara de sorprendido tuvo lugar en todo ese rato.

-Se nota que se llevan bastante bien- le dije, realmente quería tener una platica con ella.

-Ah! Lo siento... no creo que sea conveniente que tener esta plática ahora...-

-P-Por que?... no quieres que este aq... te puedo dejar, ya sabes ...para que puedas comer en paz jjeje...-

-Eh? Nonono, nada de eso! Lo decia porque...ya sabes, estas en el trabajo y no quiero qye te llamen la atención por mi culpa- le explique de inmediato, de ninguna manera me molestaba su presencia y no quería que lo pensara.

"A-Ah... que alivio" susurró.

Comprobé que cada que te sientes nerviosa o triste tomabas con fuerza alguna prenda tuya; Ansiedad? Inseguridad? No sabría decirlo... pero porque tendrías inseguridades?, si yo te miraba como el ser mas perfecto, una diosa en pocas palabras.
Hay tanto que deseo saber de ti.

-Que te parece... si después, al terminar tu turno paso por ti y platicamos un ra...to-  estaba muy nervioso por mi propuesta tan apresurada, pero simplemente la necesidad de estar mas tiempo contigo hacia que actuara de esta manera.

Pero aquellos nervios se fueron al ver como una sonrisa se formo en tu lindo rostro, tus mejillas se sonrojaron y tus ojos brillaron hermosamente.

-M-Me encantaría, mi turno termina a las 9-

-Perfecto, pasare por ti.-

Ella asintió feliz, pague el total y con un pequeño movimiento de mano nos despedimos.

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Vi como el auto de aquel apuesto hombre se marchaba, y a pedar de ya habernos despedirnos volvimos a hacerlo desde lo lejos...

Y al ver como su auto salia del parking para tomar la avenida principal, pude respirar tranquila, mi corazón dejo de latir como loco y reí como loca.
Estaba muy feliz, di varias vueltas para ultimo incarme.

Apoye la charola en mi rostro y cerre mis ojos.

Seguía sin creerme aquello, un chico lindo... me había llamado para atenderle, y varias veces!, acepto mis recomendaciones, me escucho... y me invito a una cita.

"Una cita" dios, como es esto posible?, me levante y patine a la barra dentro de la cafeteria para volver a esperar a otro cliente.

Espero y mi turno termine ya.


♡LL Burguer's♡ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora