Capitulo 6

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-Creí que nadie vendría, ayúdame a levantarme

-Claro, a ver espera… -Me tomo por debajo de los brazos y me levanto

-No puedo apoyar el pie izquierdo –Dije

-Te llevaré con tu padre

Luego de un largo rato llegamos a la oficina de papá

-James! –Golpeó la puerta con fuerza

-Ya voy! –Se escuchaban sus pasos acercándose y abrió la puerta- ¡Oh hija! Pasen… Siéntala ahí, llamaré al doctor para que te revise.

-Bien, creo que me iré, estaré en la cabaña si necesitas algo, si? –Dijo saliendo dela oficina

-¡Espera! –Se detuvo, dio la vuelta y me miro- Gracias Carlos –Le sonreí y el me devolvió la sonrisa, cálida y tranquilizante.

Cuando Carlos se fue, llegó el doctor. Me diagnosticó un esguince en el tobillo y me lo vendó con una venda especial. Me dijo que no podría asistir a las clases de baile por dos semanas y me dio una caja de remedios que me desinflamarían el tobillo.

-Gracias doctor –Dije

-Gracias Zac –Dijo mi padre- Te acompaño a la puerta.

-Gracias James, llámame cuando me necesites, adiós.

-Adiós –Cerro la puerta y se dirigió hacia mí- ¿Qué estabas haciendo hija?

-Estaba buscando a Logan y a Carlos, sobre todo a Carlos porque necesitaba hablar con él, y pues pisé en un pozo y ya.

-Ay _____(tn)… por suerte no te has fracturado…

-Papá, por favor no es nada…

-Si lo es, y has escuchado al doctor ¿no? Nada de clases de baile por dos semanas, luego hablare con Rachel.

¿Rachel? Supongo que es la profesora de baile.

-Está bien –Puse los ojos en blanco- Me tengo que ir papá

-Okay, ten mucho cuidado, ¿quieres que te acompañe?

-¡Papá! Ya no tengo cinco años, por dios.

-Lo siento hija… Es que… Bueno tu sabes, ya se ha ido una mujer en mi vida, y no quiero que te vayas tu ahora…

Lo entendía, él no quería verme crecer y lo entendía perfectamente.

-Lo siento –Lo abracé- Puedes acompañarme si quieres, no me molesta.

Me sonrió y yo a él. Lo amaba, era mi mejor amigo. Mi vida, mi mundo.

Me acompaño hasta la cabaña, al abrir la puerta todos los chicos posaron sus miradas en nosotros… Hasta puede ver la mirada de Kendall.

-¿Cómo te encuentras? –Preguntó Carlos acercándose

-Bien, gracias Carlos –Lo abracé

-No es nada cariño.

Me sonrojé al escucharlo, sobre todo porque mi padre estaba ahí. Papá me recostó en la cama de Carlos y me besó en la frente.

-Me avisas si necesitas de algo –Me dijo- Estaré en la oficina.

-Gracias papá –Le sonreí

Me sonrió de vuelta. –Carlos, ¿me acompañas hasta afuera unos minutos?

-Claro señor…

¿Qué? ¿Por qué mi padre le había pedido a Carlos que lo acompañara hasta afuera? ¿Acaso le diría que no se enredara conmigo? ¿Por algún motivo en especial? Mi padre era celoso. Aunque nunca hubiera tenido un novio o nada parecido, lo sabía. Pero yo no tenía esas intenciones con Carlos, ni el conmigo… ¿O si?

El verano que me cambió la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora