Luchando Por Amarnos. ® [En Proceso]

«Prólogo»

Parte II

—¿El está bien? — fue lo primero que pregunté cuando abrí la puerta de mi casa.

—Si, Cameron y él se fueron a la oficina desde temprano —respondió Alicia, mi fiel amiga— ¿Qué ocurrió anoche?

Le indique con mi cabeza que ingresara a dentro, ella fue directo a la sala y yo caminé a la nevera por algo de vino.

—¿Y Aurora? — le pregunté por mí sobrina cuando me senté aún costado de ella.

Alicia y Cameron, ellos tuvieron su cuento de hadas sin tener que hacer mucho sacrificio, los padres de él aceptaron muy rápido a Alicia ¿Cómo no hacerlo? La pequeña Alicia es buena en todo.

Sin embargo yo debía luchar con la oposición de mi padre en mi relación.

—Con mis padres, ¿Qué ocurrió anoche?

—Sabe sobre el acuerdo prenupcial, mi padre se lo mostró —tomé la botella de vino y puse un poco en mi copa, Alicia no bebe— pero le mostró un acta de matrimonio falsa.

—¿Cómo estás tan segura?

—Lo dió a entender —bebí a toda prisa el líquido— todo se jodió.

—Eso hiba a pasar tarde o temprano —me recordó lo que había dicho ya, el día anterior.

Eso lo sabía muy bien, pero prefería que hubiese sido tarde.

—No sé que hacer para que me perdone — musité.

—Lo hará, so que ahora mismo el está dolido porque no tenía ni la más mínima idea de lo que pasaba —me quitó la copa de mis manos— deja de beber.

El celular en la mesa del centro comenzó a sonar, el nombre de mi padre apareció en la pantalla, pero dejé que contestara mi buzón.

—Debes ir a la empresa — propuso con una mueca desagradable— puedo ir contigo.

—No, no quiero que te involucres más en esto —respondí mientras me levantaba del sofá.

—Te llevaré, no quiero que te pase algo en el camino —ordenó.

—Ponte cómoda, porque tardaré en estar listo —dije con el intento de una sonrisa antes de subir por las escaleras.

Terminé de arreglarme en dos horas, Alicia condujo hasta la empresa en el camino volví a dejarme en claro que debía actuar ya con mi padre porque las cosas se pondrían mal.

No pudo quedarse conmigo así que después de despedirme de ella, volvió con su pequeña hija.

Cuando puse un pie en la empresa, la recepcionista me indico que mi madre me esperaba en mi oficina, al llegar el ocupaba mi lugar con una estúpida sonrisa, arrojó una carpeta sobre mi escritorio que no dude en tomar.

—¿Creíste que ganarías? —preguntó para burlarse de mi.

En las hojas que contenía la carpeta, se mostraban todos los esfuerzos que habiamos hecho junto con Harry y los abogados para hundirlo.

—Sal de mi oficina —ordené.

— Dejaré algo claro, ya que parece que aún no entiendes pequeña —se levantó de la silla para rodear mi escritorio y llegar a mi, no dejaría que me asustara así que me levante— terminas tú relación con él, o sino el muere.

—No me estés amenazando —escupí con furia y rencor, todo lo que a él le interesaba era poder asegurar el dinero— Jasón no te ha hecho nada, así que déjalo en paz. ¿Por qué tanto odio?