El amor nunca es fácil, para Liliana Collin y Jasón Bass es muy claro.
Creyeron que si se amaban lo suficiente, podría bastar para llevar a delante si relación y poder tener un final feliz, como en los cuentos de hadas que suele leer Liliana.
La re...
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Aeropuerto internacional, sección privada de la familia Bölat.
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Estambul, Turquía.
Liliana.
Las emociones estaban algo inestables desde que había tomado la decisión de volver a “casa”, claro, si que aún podía llamarlo de tal manera.
Me entusiasmaba que mis pequeña hija pasará más con tiempo de calidad con su abuela, que se rodeé de niños de su edad ya que tenía clases con profesores particulares.
Me ponía triste el hecho que la persona que ame por tanto tiempo ya tuviese a alguien más, no lo culpo, el merecía ser feliz y yo no le quitaría dicha felicidad.
Pero solo estaríamos unos cuantos días, semanas o meses, ya que todo dependería del asunto del dinero robado.
—Llegamos —anuncio Harry con una sonrisa, tomo a mi hija en sus brazos y bajamos de la camioneta que nos trajo hasta la sección privada del aeropuerto en Estambul.
Al bajar me aseguré de mirar a trás, sabía que Ömel vendría a despedirse de mi, el siempre era el primer en pedir perdón. Me detuve por algunos minutos mientras lo esperaba, al no aparecer decidí retomar mi camino.
—¿Tío Ömel? —preguntó Blair con voz dormitada.
—Tiene mucho trabajo —respondí— el nos llamará luego, ahora debemos ir al avión.
—Quiero ver al tío Ömel —pidió, elevo sus brazos a mi para que la cargará— ¿Puedo?
No encontraba las palabras adecuadas para hacerle saber que el no vendría debido a la discusión.
—Podemos hablarle, sino contesta al primer llamado, tendremos que esperar hasta mañana —le propusé cuando ya la tenía en mis brazos. Ella asintió con su cabeza.
Al llamar al número de su celular, no respondió al primer llamado así que los tres abordamos el avión y Blair se durmió en cuanto estamos en el aire.
—¿Qué pasó con Ömel? —Harry se colocó frente a mí.
—Discutimos —respondí sin dejar de hojear la revista que tenía en mis manos.