Luchando Por Amarnos. ® [En Proceso]

«01»

4 años después...

Estambul, Turquía.

Liliana.

Aún no lograba acostumbrarme a la diferencia de horario en Turquía así siempre solía tener sueño por la tarde pero no lograba entender porqué, se suponía que obligaba a mi cuerpo a dormir pero aún así por las tardes dormía de nuevo, eran doce horas de diferencia.

Pero no podía dormir, no cuando una de las empresas que deje en Santa Mónica no estaban funcionando como se debía y no quería verme obligada a volver, no cuando eso significaba volver a...bueno, a recordar personas del pasado.

El sonido de alguien tocando la puerta me obligó a girar un poco mi rostro de la vista que me ofrecía el ventanal en el último piso de este edificio.

—Disculpe señora Collin —mi secretaria tartamudeo un poco al hablar— la señora de Müller la espera para la videoconferencia.

—Ahora mismo voy —respondí volviendo mi vista a la ciudad de Estambul— necesito que te comuniques con Harry Anderson y le pidas un informe detallado sobre las acciones de la empresa.

—Ahora mismo lo hago —escuche la puerta cerrarse.

Hoy se acababa el contrato, no tenía más que hacer en Turquía, pero tampoco había algo porque regresar a Santa Mónica. No estaba dispuesta a regresar por alguien que ya me había olvidado.

Dejé la taza de té sobre mi escritorio, di una última vista a mi oficina antes de salir. Al entrar a la sala de conferencias me aseguré de cerrar la puerta detrás de mí.

—Tardaste mucho —me saludó Alicia, quién aparentaba salir de la ducha por su cabello mojado— ¿No has dormido bien?

—No desde que llegué a este lugar —murmuré, me coloqué en la silla frente a la proyección— ¿Qué era tan urgente?

Observé mi reloj, está un hábito pésimo que había adquirido desde que pise las tierras turcas. Dentro de unos minutos tenía una conferencia para la nueva abertura de la tienda de maquillaje en Santa Mónica.

—¿Tienes tiempo? —preguntó con cautela, como si no quisiese que nadie escuchara un gran secreto.

—Tengo algo de tiempo, ¿todo está bien? —no quería comenzar a preocupar, Alicia suele a dramatizar todo— ¿Cómo están tus bichos?

—Es sobre la empresa de Cameron y Jasón —dijo el último nombre con temor, temor de que comenzará a llorar tal y como lo hacía las primeras veces que hablábamos— Harry dijo que no debíamos decirte nada ya que el aseguró que podía solucionarlo, todo se está llendo abajo.

Perdí por algunos segundos la razón cuando escuché su nombre, todos los recuerdos que habíamos creados juntos pasaron por mi mente pero fueron tan desordenados que no me pude concentrar en uno solo, aún lo amaba.