Luchando Por Amarnos. ® [En Proceso]

«21»

Liliana.

Al abrir los ojos pude notar a Blair a mi izquierda y entre su brazo izquierdo tenía a su bola de pelos, Jasón estaba a mi  derecha, tenía demasiado parecido con su hija, sonreí mientras acariciaba la mejilla del amor de mi vida. 

Desde pequeña siempre había creído que el dinero y la estabilidad era más importante que el amor, mi padre siempre lo recordaba a cada momento ya que las relaciones que tuve en la adolescencia siempre fueron por conveniencia a la empresa de mi padre, no siempre terminaron bien, algunos llegaron a banca rota debido a la ambición de mí padre, quienes intentaron demandarlo terminaron ellos en la cárcel.

Steven le escribió a Juliette desde la cárcel para hacerle saber que está muriendo, en cuanto lo supe no hice nada, no me correspondía hacer nada, pero mi madre sí,ha estado visitando a mi padre en la cárcel desde hace días. Claro que estoy molesta por el hecho que no me haya notificado en visitar a su ex esposo en la cárcel, ¿acaso se a olvidado de todo lo que le hizo? 

Steven no fue una buena persona, en cuento se casó con mi madre le quitó el derecho su herencia al igual que las acciones que de la empresa de mi difunto abuelo, cambió el nombre de la empresa de Collin a Vander, la humilló en diversas ocasiones y engañó sin descaro. 

—¿Qué te atormenta? —la voz de Jasón me hizo prestarle atención.

—Buen día —murmuré con una media sonrisa. 

—Buen día —se inclinó para darme un casto beso en mis labios— puedo acostumbrarme a despertar de tal manera. 

—¿Qué insinúa señor Bass? —dije con voz pícara.

—¿Crees que te estoy proponiendo pasar el resto de nuestras vidas juntas?  no te hagas ideas tontas en tu cabeza —elevó su rostro para ver a su hija— ¿en qué momento la bola de pelos terminó en la cama? 

—No lo sé —dije riendo— debemos levantarnos ahora, llegarás tarde al trabajo.

—Lo sé, debería tener un par de ropa aquí —expresó, se levantó de la cama para perderse en la puerta que da al baño.

—O tal vez, sería bueno que estuvieses aquí —susurre para mí misma. 

Busqué mi celular para revisar el buzón de mensajes mientras caminaba a la cocina para preparar un desayuno rápido. Un mensaje del acosador había llegado por la madrugada.

¿Jugando a la familia feliz? Disfruta todo lo que puedas perra, cuando te tenga nadie podrá ayudarte. 

Bloqueé el celular al terminar de leer el mensaje, en esa ocasión había solo una fotografía, pero era un mal montaje de una familia en el parque, tenía nuestras cabezas sobre dicha fotografía.