Día 3: Ángel Guardián

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Prompt: "Nieve/Ángel"
Pareja: JayDick




   Richard siempre tuvo la sensación de que existía algo más. Algo que aún no era capaz de comprender u observar pero que, sin embargo, permanecía allí. Latente.

   Tenía el presentimiento de que la realidad que veía día con día no era más que una minúscula parte del todo. De que el mundo no era más que una visión entrecortada y desprovista de certezas, como si se esforzara por mirar a través de un vidrio empañado por la neblina o por el conciso orificio de una cerradura.

   Había algo más, estaba seguro de ello y, sin embargo, nunca lo había encontrado.

   Su interés por el esoterismo y las ciencias ocultas había despertado cuando niño, poco después de haber salido del hospital en el que permaneció internado tres largos meses en estado comatoso. Sus padres, por desgracia, no corrieron con su misma suerte.

   Su despertar fue considerado un milagro según los expertos, un suceso maravilloso al que no supieron darle una explicación. Su curación fue completa y el pequeño Dick se vio rodeado entonces de personas que apenas conocía pero que le sonreían con tanta ternura, felicitándolo como si la obra hubiese sido suya y sopesándolo con miradas cargadas de aprobación y asombro. Aquella fue la primera vez en la que experimentó aquella sensación, la que lo acompañaría el resto de sus días. La sensación de que algo no estaba bien. De que los hilos de su destino se habían torcido a su favor bajo el capricho de alguien sin tener el conocimiento del cómo y el por qué. Y sin embargo, de algo sí estaba seguro: él también debería haber fallecido en ese accidente.

   Su vida pronto cayó en manos del millonario de Gotham, Bruce Wayne, quien se interesó por el infante desde el momento del accidente y se hizo cargo de todos los gastos que atañeran a su salud. Decidió apadrinarlo y lo llevó consigo a vivir en su Mansión de forma provisoria hasta que las autoridades de la Corte de Menores encontraran un adoptante responsable.

   A final de ese mismo año el pequeño Richard John Grayson fue adoptado por su padrino y tutor legal. El corazón del joven empresario se vio tan colmado por la presencia y el humilde cariño del niño que fue incapaz de separarse de él. Lo amaba como un padre y Dick aceptó eufórico cuando la propuesta cayó de sus labios.

   Tendría una familia otra vez. Una familia con Bruce y con Alfred.

   Aquella fue la segunda vez que le acometió aquella sensación y, al igual que la primera vez, decidió callar, temeroso de estropear tal felicidad y la nueva oportunidad de vivir que se le presentaba. Se tragó ese nudo en su garganta y se obligó a sonreír. Ya habría tiempo para buscar respuestas, se dijo y se lanzó a los brazos de su nuevo papá siendo atrapado con la misma desesperada alegría.

   Richard creció bajo el influjo de la familia Wayne asistiendo a las mejores escuelas de la ciudad y siendo educado en el arte de la etiqueta, la diplomacia y la farándula. Organizó numerosas obras de caridad, ayudó en la construcción de mejores viviendas en los barrios más necesitados de Gotham, fue colaborador en la Cruz Roja y fiel asistente de la Doctora Lee Thompkins en sus excursiones a los Narrows o el East End. Se esforzó por obtener buenas calificaciones, aprender idiomas y hacer muchos amigos, donde quiera que los encontrara. Los años lo convirtieron en un joven apuesto, servicial, generoso y alegre, siempre dispuesto a servir pues según él ya había recibido demasiado en su vida y era el momento de devolver el favor.

   Era amado por su familia y sus amigos, admirado por el público y querido por todo aquel con quien tratara. Su abnegación y compromiso le zanjó muchos premios y reconocimientos que siempre denegaba con humilde educación. Y, no obstante, siempre siguió buscando. Inspeccionando a todo aquel que conocía esperando encontrar...

12 días de Navidad || JayDickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora