11.

374 46 90
                                    

Kent Schell

El pequeño ramo de tulipanes se mantenía en mi mano, siguiendome al mismo tiempo que una gran felicidad que no podía quitarme desde hace tiempo.

Algunas personas me saludaban mientras pasaba por el estudio, otras preguntando que a quién iba el ramo, incluso podría escuchar algunas insinuaciones de que serían para Mitch o alguna otra mujer del reparto.

En cuanto llegué felizmente a la zona de ediciones, traté de guardar más silencio, las personas aquí en verdad mantenían mucha de su atención en su trabajo.

Mi vista se posó directamente en el pelinegro, el cual hacía algunas muecas estando concentrado.

Sonreí inmediatamente, incluso cuando mordía su lengua se veía demasiado lindo.

Caminé hasta su lugar con sigilo, y estando detrás de él, puse el ramo enfrente de su vista.
De inmediato se sorprendió, tomándolo en sus manos, para después voltear a verme.

—¿Qué haces aquí?— preguntó Gian sonriendo.

Me encanta verlo sonreírme así.

—Quería darte un detalle por nuestro aniversario— respondí tranquilo —feliz dos días juntos.

—No me acostumbres a recibir regalos todos los días, porque cuando dejes de hacerlo voy a enojarme mucho— añadió en broma.

Negué abrazando su cintura. —Por mi, te compraría cada maldita flor del mundo por toda tu vida.

—Estoy trabajando— susurró nervioso, alejándome con sus manos en mi pecho —es de mala educación coquetear en el trabajo, suficiente tuve con que notaran tu marca.

—La Kent-señal— corregí indignado —¿Te gustan los tulipanes? Realmente pensé que preferirías algo como hierba venenosa del bosque para hacer embrujos en tu casa.

Rió abiertamente. —Agradece que no sé hacer nada de eso aún.

—¿Cuántos días faltan para que termines?— pregunté decaído —pasas todo el día aquí y llegas muy tarde a tu casa, así jamás voy a poder tenerte para mí.

—No pensé que ya estuvieras poniendo problemas cuando apenas inicias una relación— añadió volviendo a tomar lugar en su silla, sin soltar sus tulipanes.

—Solo he actuado así por ti. Lo siento, pero soy egoísta— hablé aún más sincero —además, ¿Cómo no voy a sentirme celoso de personas que están contigo todo el día? Mientras yo soy fríamente ignorado en mi casa.

—Kent— me llamó —¡Eres como un niño dramático!

Asentí. —Y no me arrepiento de nada, me niego a compartirte.

Negó sonriendo, dejándome ver su pequeño sonrojo por mi aparición aquí.

—En una semana estaré libre por completo. Pero, ¿No deberías estar en juntas y aceptando nuevos rodajes?

—Digamos que, tengo otros planes. ¿Quieres que venga por ti en la noche?

—No lo creo, hoy saldré tarde y, llevaré el trabajo a mi casa— contestó —tú ve a dormir a tu casa, no te preocupes.

—Es como si le pidieras a un sembrador que deje de cuidar sus campos, es imposible que no se preocupe.

Toda su expresión cambió, bajó la cabeza nostálgicamente y asintió con un poco de nostalgia.

Puse mis manos sobre su rostro, observando como pareció recordar algo, pues sus ojos se llenaron levemente de lágrimas, solo que no se atrevió a dejarlas salir.

Detrás de la Pantalla (O'Conner #2/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora