Zee, Mew, Saint, Gulf y Mild son cinco niños que por diversas circunstancias de la vida terminan en un orfanato. Estos pronto se hacen inseparables pero con el tiempo, algunos de ellos son adoptados.
Múltiples lágrimas y dolor llenarán sus vidas tra...
Durante todo un mes, Saint no mantuvo contacto con Zee, ni tampoco supo de él, más que lo que sus otros «hermanos» le hablaron.
En todo ese tiempo, el castaño lloró, pataleó y maldijo su suerte hasta hartarse, entonces al fin un día, decidió salir de su burbuja de auto compasión y comenzar a cicatrizar sus heridas una vez más.
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Perth jamás volvió a acercarse a él ni permitió que este lo hiciese pues le repugnaba y le desagradaba el solo pensar en que amase a su hermano, aunque no fuese de sangre.
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Al más bajo le era inconcebible pensar como dos chicos que habían sido hermanos durante tantos años pudiesen atraerse, pero mucho más lo era el pensar en lo tonto que había sido autoengañandose con los sentimientos de Saint hacia su persona.
Este siempre había sentido que su ex novio no le había contado toda la verdad sobre lo que había pasado en el orfanato y mucho menos en su viaje a Seúl y porqué había venido tan mal.
Recién empezó a entender que todo el sufrimiento que este pasó tras aquello no era tan solo debido a la preocupación por las adicciones de un hermano, sino que en realidad esa preocupación era por un ser amado.
Cuanto más lo pensó más se sintió utilizado por Saint y eso lo hirió y enfureció más por eso en cuanto lo veía acercarse, este cambiaba de rumbo para no cruzarselo.
