Zee, Mew, Saint, Gulf y Mild son cinco niños que por diversas circunstancias de la vida terminan en un orfanato. Estos pronto se hacen inseparables pero con el tiempo, algunos de ellos son adoptados.
Múltiples lágrimas y dolor llenarán sus vidas tra...
Tristemente, Berta no superó esa noche, por lo que horas después, un más que destrozado Saint, junto con sus «hermanos», además del personal del orfanato, los niños y demás personas, las cuales se acercaron al cementerio, le dieron el último adiós a la directora.
Todo cambió a partir de ese momento en la mente del castaño pues este pensó detenidamente en las últimas palabras que había tenido con la mujer y decidió perseguir su felicidad y dejar de lado los miedos.
Tras dos días armándose de valor, finalmente, este cogió un taxi que lo llevó a casa de su «hermano» mayor y tras suspirar profundamente, este tocó el timbre de la puerta.
La madre de Zee le abrió muy sorprendida y entonces le dijo que el chico estaba en su habitación, por lo que tras pedir permiso, este subió las escaleras hasta allí.
—Zee, soy Saint ¿puedo pasar?—habló tras golpear con los nudillos.
El mayor muy sorprendido también se incorporó de la cama donde se había tumbado un rato y abrió.
—Saint, oh vaya menuda sorpresa.
—¿Podemos hablar?
—Oh si claro, pasa.
Tras adentrarse, el castaño se sentó en el pequeño sofá que había junto a la cama, a lo que su «hermano» le siguió, tras cerrar la puerta de nuevo.
—Verás, he venido porque quiero decirte algo y quiero que me digas la verdad.
Zee asintió conforme.
—¿De qué se trata?
El castaño le miró fijamente.
—¿Me amas?
El mayor le devolvió la mirada y asintió con la cabeza.
—Te amo con todo mi ser.
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—¿Querrías ser mi novio?—preguntó el más joven sin rodeos mientras sentía su cuerpo temblar.
—Oh joder, eso es lo que más ansío en la vid...
Este no pudo terminar la frase pues Saint se inclinó y atrapó sus labios en un beso lleno de pasión, esperanza y necesidad.
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