Capítulo 10

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Al llegar la mañana, despierto por el constante movimiento que Bestia hace para hacerme a un lado y poder levantarme.

¿Ya habías dormido antes así?

Al principio solía pasar más tiempo con él. Estaba demasiado deprimida y no quería estar con nadie.

Waw... Este caballo tiene bastante valor para ambos.

Es valioso para mí porque era de mi padre.

Así parece ¿podemos dejar de hablar del caballo? No quiero tener que hacer un flash back sobre él otra vez.

Por mí está bien.

Acabo por enderezarme para dejar que Bestia se levante. Por suerte el sol comienza a calentar en cuanto sale. Así que ya no tengo que usar el abrigo de Olfen, quien sigue durmiendo, transformado en licántropo.

Buena forma de protegerse del frío.

Mientras lo miro, él no hace nada más que solo moverse de un lado a otro y rascarse el pelaje con las garras hasta que por fin despierta.

— Buen día, niña... — dice mientras bosteza — ¿Dormiste bien?

— Sí, gracias por el abrigo — se lo devuelvo casi de inmediato. Realmente apesta un poco.

— No hay problema, hija de Khan.

— Me llamo Renuka.

— Lo sé ¿Te molesta que te digan así?

No hay nada de malo en que me llamen de esa manera. Es lo que soy, "la hija de Khan". Pero, también siento que los demás esperan que sea como él.

— Reconozco esa mirada — comenta Olfen con una expresión — ¿Qué te hace dudar?

— Nada... Solo... — una criatura aparece frente a nosotros — ¿Qué es...?

Un lobo de pelaje gris brillante se para a mirarnos. A mí. Luego, solo voltea y se echa a correr.

— ¡Espera! — monto sobre Bestia y lo sigo.

No sé por qué; pero siento que no debo perderlo de vista.

— ¡Renuka! — escucho a Erick

<<¡Ayúdame!>>.

— ¡Espera! — Comienzo a acercarme a él.

— ¡Renuka! — una flecha pasa junto a mí clavándose en el lomo del lobo, haciéndolo caer muerto de inmediato.

— ¡No! — bajo del caballo para verlo de cerca. — ¿Qué?

— No lo toques — Elliot me hala hacia él para apartarme del lobo que, parece estar eliminando un líquido negro de su interior.

— ¿Qué es...?

— Eso es lo que debemos averiguar.

— ¿Debemos? — volteo a verlo.

— Por lo visto esas cosas comenzaron a aparecer de la nada por varios lugares. — tiene una venda en el antebrazo — Zoren encargó una misión de investigación en esa laguna. Quiera o no, hay que volver a ese lugar.

— ¿Solo los tres? — se acerca Erick.

— Black e Iki ya no tienen responsabilidad sobre esto. Le pedí a Rhys que protegiera a Mina y a mi hijo de esas cosas mientras la ciudad se prepara para la emergencia. — levanta la flecha del cadáver. Se está deshaciendo. — Sean lo que sean éstas cosas, deben venir de ese lugar.

Sangre de lobo: lazos de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora