A pesar de lo fría que está la noche, Bestia y yo seguimos nuestro camino hacia Criya.
Mientras Bestia camina, no puedo evitar pensar en lo que Black dijo.
— Pero él no te escuchó... — Murmuro mirando la perla a la escasa luz nocturna.
— ¿Vas de viaje? — Bestia se detiene. No muy lejos de nosotros, logro ver a alguien que que mueve las brazas de lo que debió ser una fogata. — Fría noche ¿no?
— Eres el informante...
— Olfen, o La rata de Zafiro. Llámame cómo quieras.
— Soy Renuka...
— Lo sé, eres la hija de Khan. Creo que te vi cuando eras una bebé con un padre que no tenía ni la más mínima idea de como cuidarte.
Bajo del caballo y camino acercándome al sujeto. Él permanece mirando las brazas, intentando avivar el fuego.
Meto la mano en mi bolsillo y saco un par de piedras, las cuales uso para crear una chispa y encender un poco de pasto seco.
El sujeto me observa con interés cuando nota que arrojo lo encendido sobre las brazas haciendo que esta se encienda rápidamente.
— Muy lista.
— Es una de las cosas que aprendí de mi padre cuando era niña. — observo el fuego que comienza a tomar fuerza mientras Olfen coloca ramas para evitar que se apague.
Inicio del flash back.
<<Apenas tenía cinco años. Era invierno y hacía bastante frío.
Me quedé en casa a la espera de que papá regresara con leña para encender la chimenea.
— ¿Renu? — abrió la puerta con los codos y entró con una gran cantidad de leños — Ya estoy aquí ¿podrías cerrar? — me apresuré en cerrar. Afuera hacía mucho más frío que adentro — Gracias, cariño. — dijo dejándo la madera en un rincón.
— Toma — me estiré lo más que pude para entregarle sus piedras de sílice.
— Gracias, Renu.
Se sentó frente a la chimenea para encenderla y yo me senté junto a él. Tenía mucha curiosidad sobre cómo hacía fuego con un par de piedras y pasto seco.
Mientras observaba el movimiento que mi padre hacía para crear chispas, noté que algo le pasaba a su mano izquierda.
— ¿Qué tienes? — el me miró con una suave sonrisa.
— Nada, solo me lastimé mientras partía la leña. No te preocupes.
— Pero te duele.
— Solo un poco, Renu. La revisaré cuando encienda el fuego.
— ¿Me dejas intentarlo? — le pregunté. Quería ayudarlo.
— No veo por qué no — me sentó entre sus piernas y me mostró lo que tenía que hacer — ¿Lo ves? Solo debes golpear ambas piedras para hacer fricción. Así crearás chispas. Solo tienes que hacerlo de forma que estas caigan sobre el pasto seco. ¿Comprendes?
— Sí, comprendo.
Era de esperarse que en mis primeros intentos no funcionara. Pero papá dejó que lo intentara hasta que la primera chispa salió.
— Así — me animaba.
Era curioso que yo estuviera intentando encender la chimenea. Siempre le había temido al fuego desde que me había quemado con la llama de una vela. Papá lo sabía; pero nunca me lo recordaba. Él nunca usó las frases como "pero te asusta" o "mejor deja que yo lo haga", él siempre me alentaba a vencer mis miedos por mi propia cuenta. Y claro, con él a mi lado.
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Sangre de lobo: lazos de sangre
Lupi mannariSegunda entrega de la historia original "Sangre de lobo". Una nueva amenaza ha surgido. Un viejo enemigo a regresado para completar una venganza por su plan frustrado. Renuka, la hija de Khan, será la clave para terminar con lo que su padre no logr...