Señor del oeste, días a su lado 2° parte

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Al día siguiente me lévate muy temprano, antes de que saliera el primer rayo de sol. Una vez que estuve listo y tenia los pergaminos necesario antes de irme fui al cuarto de rin para despedirme, pero como sabia que ella aun seguiría dormida entre sin hacer ruido encontrándome efectivamente con una Rin profundamente dormida con la cara cubierta con su cojín.

-Rin… -dije con voz baja- veo que aun sigue muy dormida… mejor la dejo seguir durmiendo –dije mientras la veía fijamente, pero en esto ella se dio vuelta y soltó  el cojín dejando ver su delicada cara cubierta con su pelo el cual lo tenía todo alborotado— eres tan hermosa, descansa nos vemos en tres días mi pequeña, no mi joven protegida –dije en mi mente mientras tomaba valor y me acercaba a ella dándole un beso en la frente— duerme bien nos vemos pronto –dicho esto me di media vuelta, fui al gran salón tomando mis cosas y saliendo después de esto del palacio en dirección al palacio del este.

Varias horas después Rin despertó muy adormilada.

-Ah, hm que hora será –dijo mientras se estiraba— cierto hoy el señor Sesshomaru saldría hacia el palacio del este –dijo mirando a su ventana- me quede dormida –dijo tristemente— quería despedirme de él pero no puede… creo que mejor me apresuro porque si no llego a tiempo a mi entrenamiento el general Kazuo se enfadara –dijo levantándose del futón y entrando al cuarto de baño.

Minutos más tarde salió del baño relajada por el baño mientras se seguía estirando.

-Que bien me siento, a ver qué kimono me pondré hoy –dijo mientras abría su closet en busca de algo que ponerse- no me puedo decidir, todos los kimonos que me dio el señor Sesshomaru son hermosos… -en esto ella ve en una esquina del closet algo color negro y lo toma— eh, pero si es mi traje de exterminadora… creo que hoy estaré como una exterminadora –dijo risueña tomando el traje y poniéndoselo— me sienta de maravilla hoy lo estrenare –dijo mirándose al un espejo y bajando corriendo a toda velocidad disfrutando de la libertad de movimiento que le brindaba su traje llegando a toda velocidad el campo de entrenamiento.

-Veo que hoy llego a tiempo señorita Rin –dijo Kazuo volteando a vea a la chica quedando asombrado al ver su vestimenta— lady Rin que son esas ropas –dijo mirándola fijamente de pies a cabeza admirando de su traje el cual era de color negro, con las hombreras, rodilleras y pecto color azules con los listones que los sujeta color rojo carmesí y detalles como los del traje de la exterminadora, color blancos.

-Es solo mi traje de exterminadora –dijo dándole una sonrisa.

-¿Cómo que exterminadora? –dijo confundido.

-Sí, yo soy una exterminadora a caso no lo había mencionado, la señorita sango fue muy amable y me entreno.

-Así que no solo fuiste entrenada por un hanyou sino también por una exterminadora y no solo eso sino la hija del líder de la aldea de los exterminadores.

-Sí pero no solo eso, sino que también el señorita Kagome y la anciana Kaede me entrenaron.

-Y ¿ellas que le enseñaron? –dijo curioso.

-La señorita Kagome me enseño a pintar, y ella junto con la anciana Kaede me dieron entrenamiento de sacerdotisa, me enseñaron a dominar mis poderes espirituales… -dijo risueña.

-Un guerrera, exterminadora y sacerdotisa, es la primera vez que escucho que una humana domina esos campos… bien haremos tu entrenamiento más pesado, primero para ver tus habilidades cruza el campo de batalla usando las armas que parecerán conforme vallas avanzando –dijo serio.

-Bien lo intentare –dijo inhalando y exhalando aire para concentrarse- estoy lista –dijo en un grito saliendo corriendo a toda velocidad tomando una espada y adentrándose al campo atacando todos y cada uno de los muñecos de entrenamiento que aparecían, pero esto poseían armas reales así que tenía que cuidarse la espalda.

Sentimientos ocultos: un trágico amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora