Cáp. 8: Verdaderos conflictos

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- Tus amigas volvieron de nuevo – El abuelo se acercó a ella tomando asiento a su lado.

- Seguro mamá les dijo que estaba aquí – Escondió su rostro en la mesa - Pensé que esta semana aquí me serviría, no es que me moleste tu compañía abuelo pero…

- Lo se, no tienes que decir nada – Dijo el abuelo sirviendo una taza de té - Pero seguro ellas quieren saber que paso con el joven…

- No estoy para reproches de ellas, siempre están de parte de él – Refunfuñó Kagome, recordando cuando quiso contar algo sobre el conflicto con Inuyasha a sus amigas, con solo mencionar el nombre de él y problemas de inmediato se pusieron de su parte.

- Hija no es que me estorbes pero planeas quedarte más, o planeas al menos asistir al colegio

- Si abuelo se nota, pero creo que es hora que vaya regresando mi madre me esta haciendo preguntas, por cierto espero que no se entere por tu boca abuelo – Le reprochaba.

- ¿Regresas mañana?

- Me iré ahora, voy a empacar y luego llamare a un taxi – Subió las escaleras para ir a su habitación, era hora de volver a la mansión, que mas daba al fin y al cabo los días en su casa no ayudaron mucho calmar sus pensamientos - Abuelo, estoy lista, voy a llamar al taxi y…hola Houjo – Que no habia dicho a su abuelo que no estaba para sus ami…

- Dijiste amigas – Interrumpió sus pensamientos al ver la mirada de su nieta.

- Que lastima Kagome, tu abuelo me decía que regresas a la mansión, si quieres te llevo traje el auto de mi padre – Tan atento como casi siempre.

- Yo creo que…

- Es mejor hija, es algo tarde y no me gustaria que algo te pasara algo – Apoyó el abuelo.

Nuevamente hacia el mismo recorrido que la vez anterior con Houjo, solo que estaba vez no tenia ánimos para seguir la conversación que él mantenía, tenia su vista fija en la noche oscura que se cernía, no dejando diferenciar las zonas rurales en las que estaban; en algunas ocasiones asentía o negaba acerca de lo decía el joven que conducía y finalmente pudo divisar la entrada a la mansión, ahora que veía parecía mas una fortaleza con todos los hombres que vigilaban fuera de las grandes puertas y otros subidos a algunos lugares parecía que cuidaban mas que de algún paparazzi, pero bien que sabia ella que tan peligrosos podrían ser los paparazzis o algún loco fan. Las puertas de la entrada principal se abrieron al ver a Kagome y dieron entrada al auto, pasaron breves momentos para llegar a la casa, ya alli bajo del auto junto con Houjo que fue al maletero y saco las maletas que Kagome recibió rápidamente.

- Muchas gracias por traerme – Una suave sonrisa se formó en su rostro, mas por amabilidad que otra cosa.

- Kagome, fui a tu casa hace unos momentos porque quería preguntarte si querías salir conmigo el próximo sábado – Se atrevió, ya sabia ella que cuando la llamaba por su nombre era para algo mas que serio.

- No cree que debería respetar el sueño de los demás – Interrumpió abriendo la puerta, por su expresión se veía muy enojado.

- Lo lamento mucho, es mi culpa; nos vemos en la escuela Kagome – Se inclinó dándole un beso en la mejilla y con un movimiento de cabeza se despidió de Inuyasha y subió al auto para luego irse.

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