𝑴𝒊 𝑽𝒆𝒄𝒊𝒏𝒐 𝑷𝒆𝒍𝒊𝒓𝒓𝒐𝒋𝒐 ❥︎ Eijiro Kirishima x Lectora

Capítulo 12

Apenas abriste la puerta de tu apartamento, fuiste recibida con una lluvia de confeti y sonidos de cornetas.
Frente a ti, con un gorrito de cumpleaños que no pegaba para nada con la ocasión, estaba tu infantil padre, sosteniendo en su mano derecha su celular, de donde se escuchaban las trompetas, y en la izquierda una foto de un pastel.

-¡Felicidades, estuviste increíble en el festival!- exclamó emocionado, subiendo el volumen y extendiendote la impresión del pastel- ¡No tenía tiempo de hacerte una torta así que imprimí una!- río escandalosamente mientras tú te quitabas los papelitos del cabello.

-Gracias, papá- le dijiste tranquila, con una sonrisa apenas presente en tus labios- pero no gané ni nada.

-¿¡Y eso qué importa!? ¡Seguro que ahora mismo hay cientos de agencias que están llenando papeles para reclutarte!

-¿Después de las tonterías que hice en cámara y de poner en peligro a mis amigos por arrastrarlos conmigo? Jaja, no creo, podríamos habernos matado.

-Quizás te recluten en la agencia Jackass.

-No es gracioso.

.
.
.

Reíste ante el meme que Mizuki mandó por el grupo y viendo la hora, dejaste el celular de lado y te acomodaste para dormir. Cerraste los ojos y te hiciste bolita en la cama.

"Fue un día muy largo...".

"Toc toc toc"

-Puta madre, mierda, carajo, joder- murmurando maldiciones abriste los ojos y te sentaste en la cama.

"Toc toc toc"

Dirijiste la vista hacia el origen de los sonidos: el ventanal que llevaba a tu balcón. Te paraste, fuiste hasta allí y corriste la cortina de tela que cubría la vista del exterior.

-¡AH, UN VIOLADOR!- gritaste al ver el rostro de Eijiro del otro lado.

-¡Oye, no soy un violador!- se quejó él haciendo un tierno puchero.

-¿Qué haces en mi balcón, vándalo?- abriste el ventanal y saliste afuera con Kirishima, cerrando la puerta luego- ¡Que frío!- te abrazaste a ti misma buscando calor. El pelirrojo hacía lo mismo- Bueno, ¿qué?

-Um... Me vas a matar por esto pero venía a pedirte una cosa- tragó saliva y, tiritando por el viento helado y/o por el nerviosismo, prosiguió- ¿Me... Me darías... Me.. Me... un.. me...- por cada sílaba que pronunciaba, una nubecita salía de entre sus labios por su aliento cálido, como sus mejillas ahora rosas.

-Eijiro, me... me voy a enfermar- le dijiste animándolo a que hable de una vez.

-Etto... N-No importa, olvídalo, es una tontería...

-¿Me estás jodiendo? Ahora no me dejes con la duda, ¡dime!- reclamaste cagada de frío, acercando tu seño fruncido al rostro del chico.

-¡Eh- eeh...!- atontado por la cercanía de sus rostros, el teñido perdió la habilidad de hablar. Respiró profundo, con un gran nerviosismo, y sin esconder la pena que sentía te besó la frente y saltó hacia su balcón- ¡Perdón, _____-chan!- y se metió a su habitación.

Te quedaste ahí, helada por el frío y la sorpresa, tus mejillas rojas por lo mismo, y tus ojos clavados en donde anteriormente estaba Eijiro.

Con la mente vacía y el corazón acelerado, volviste a tu cama y te quedaste mirando el techo.

"¿Por qué tan de repente...?" .

Por su parte, el muchacho del quirk de endurecimiento se lanzó a su cama, se escabulló entre las cobijas y se cubrió la cara con las manos.