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12 | Herederos

"Un camino y un destino asegurado donde estos fugitivos se han amado."

80 votos, 35 comentarios y subo el próximo.

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—¿Qué sucede mi niña? ¿El sol te molesta?—Asiento recostando mi cabeza en su hombro.—Ten, para el dolor de ca... ¿Qué tienes en la muñeca?—Papá me toma con brusquedad mi mano izquierda y mis ojos se abren como platos, su reacción es la misma o más exagerada aun.—Mia, amor. ¡Ven rápido! ¡Mira lo que tiene Mia en su muñeca! ¡Puta madre!

—A como sea otro de tus dramas, Alfr...

—¡¿Quién te dio permiso para hacerte esta pendejada, cabroncita?!—Papá sacude mi muñeca frente a mis ojos y mi sonrisa tonta desaparece en un pestañear. ¿Cuándo me hice esto?—Encima pinche nombre cule...

—¡Oye!—Mi tío Iván lo reprende defendiendo el nombre que heredó de su padre y le dio a su hijo, el mismo que llevo plasmado sobre mi piel en mi muñeca.—¡¿Tu también, Archivaldo?!

Me doy la vuelta con rapidez, Archi aparece frotando su nuca, su torso aun sigue descubierto y deja a la vista los dos tatuajes que lleva cubiertos con la debida protección. Uno -mi nombre más precisamente- se encuentra en donde inicia la V en su bajo abdomen y otro en su clavícula -mi fecha de nacimiento-.

Archivaldo corresponde las miradas acusadoras, interrogantes y algunas sorprendidas con una sonrisa tonta, la cual su madre se encarga de borrar.

—¡Los tatuajes no son bonitos en tu piel, Archivaldo! ¡Menos si estás metido en un negocio donde no puedes tener nada en específico sobre tu cuerpo que pueda incriminarte o ayudar a que te identifiquen! Creo habértelo repetido decen...

—Papá lleva tu nombre también en su piel. No es para tanto.

—¡Pero Mia es tu prima!—Le reprocha papá. Su sobrino se encoge, me observa, guiña su ojo y se da la vuelta volviendo al interior de la mansión.

—¡Mia es el amor de mi vida!—Grita al pasar por el arco de la puerta. Los presentes se horrorizan y mi mandíbula casi se cae. ¿Qué acaba de hacer?—Pero en prima—Aclara burlándose de sus preocupaciones.

Niego divertida, con él no hay caso. 

Libero mi brazo del agarre de mi padre y detallo el nombre plasmado en mi piel, al menos está bonito.

La tensión se puede palpar y sentir en el ambiente, me aprovecho de la distracción que genera que Leticia se haga presente y me escabullo al interior de la casa en busca de Archivaldo, pronto lo diviso a un lado de la barra de la cocina. Está tan concentrado en quitarse el plástico del grabado que desde esta noche alocada vamos a llevar de por vida.

Poso mi mano en su espalda mientras me siento en la butaca más cercana a él.

—Al menos están bonitos.

—Tu estabas muy consciente de hacernos estos—Sus ojos abandonan su cuerpo para verme, echa un rápido vistazo alrededor, se acerca a mí y me roba un pequeño beso que hace que todo en mí tiemble y me alarme.—¡¿Qué hac...?!

Sus dedos tantean el borde de mi blusa la cual sube con lentitud sin dejar de besar mis mejillas, mi nariz, frente y mandíbula. Por un momento me pierdo y cierro mis ojos hasta que la conciencia vuelve a abordarme.

Me separo de él al mismo tiempo en que me quita el remerón dejándome solo con mi bralette y el short de mezclilla. Me aparto enfadada y predispuesta a regañarlo pero su dedo índice sobre mis labios me interrumpen antes. 

Hᴇʀᴇᴅᴇʀᴏs |Mɪᴀ ʏ Aʀᴄʜɪᴠᴀʟᴅᴏ Gᴜᴢᴍᴀ́ɴ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora