Adictos al sexo

¿Este es el fin?

- No lo puedo creer...

Dice Rolando tratando de entender la situación. A los segundos se retira de aquella particular escena.

Adam ve como Rolando corre a la puerta del lugar con lágrimas en sus ojos y una mirada de ira. Se dirigió a donde está Angie, se encontraba sentada en el piso del baño abrazando sus piernas, llorando descabelladamente, Angelina sin saber que hacer mira a Adam con ojos de ayuda. Al ver aquella escena, Adam se dio cuenta lo que había pasado.

- Hey, todo va estar bien ok? Vamos a solucionar esto, no estabas preparada todavía - Le dice Adam abrazando a Angie, tratando de calmarla.

- No Adam no esta bien, la cagué, la mínima oportunidad que tenía con Rolando la arruine... Creo que es lo mejor, el se merece alguien mejor que yo - Angie abraza a Adam con fuerza y sin controlar su llanto.

Días más tarde

Pasaron exactamente cinco días, cinco días de lágrima y sufrimiento para Angie. Rolando había desaparecido de la faz de la tierra, Angie le explotó el celular de mensajes y no contesto ninguno. Hasta que por fin decide tomar el valor de ir hablar en persona con el.

Angie se levanta del sillón, entra al baño y se mira al espejo. En su reflejo solo quedaba un chica con los ojos inchados de tanto llorar, con el cabello desarreglado, ojeras abundantes y una mirada apagada. Decidió poner fin a eso, se baño, se puso ropa decente y una coleta, sin maquillaje, no estaba de ánimos de fingir.

Pidió un Uber, le dio la dirección. Todo el camino pensó que decirle a Rolando, se sentía una idiota, al no saber nisiquiera que decirle. Cada vez más cerca de la casa de Rolando, lo nervios iban en aumento, hasta que llegó a su destino. Esa casa donde habían ocurrido tantas risas, lágrimas, gemidos...

Angie camino a la puerta, con el corazón a mil, las manos temblorosas y sudor frío.
Apretó los nudillos y tocó la puerta.

Narra Ronaldo

Desde el incidente de Angie, no quería saber nada del mundo, no soportaba nada ni nadie, pero apesar de lo irritable y triste que estaba, Ángela siempre estuvo ahí. Se quedó conmigo estos días, me ayudó animarme y sinceramente lo aprecio mucho, es la hermana que siempre quise, molesta pero la quiero un montón.

Dos días antes del encuentro con Angie

- Me llegó la beca de la universidad de Connecticut - Le dije la noticia un poco desanimado a Ángela montrandole el papel de aceptación.

- Rol eso es muy bueno, felicidades - Corre abrazarme.

- No lo sé Ángela, con todo esto de Angie, no creo que sea capaz de ir a una universidad donde no conozco a nadie, nisiquiera conozco el país - Respondí mirando el suelo.

- Rolando respetate, respetame y autoregulate, como vas a negar la mejor beca de tu vida, bobo, es tu futuro, no puedes parar tu vida solo por Angie - Me regaño Ángela acompañado de un golpe en la cabeza.

- Auch!!! Y no estamos hablando de cualquier persona, estamos hablando de Angie, ella.... Ella es el amor de mi vida y no quiero vivir mi vida si no es con ella - Al terminar la frase sentí mis lágrimas caer sin control alguno.

- Entiendo que te duela, es una herida que todavía está abierta, pero créeme, que cuando esa herida sane, no te vas a perdonar haber rechazado está oportunidad, solo aceptala, vas y mira como son las cosas, sino te gusta te devuelves - Aconseja Ángela recostandose en mi hombro.

- Si tú lo dices.... Pues si, no debo parar mi vida por ella, me merezco está beca, merezco ser feliz con o sin ella.... Supongo.

Narra Angie

Se abrió la puerta y mi corazón volvió a latir al ver esos ojos color avellana un poco oscuros, su perfecta simetría, esos labios que siempre que los veo quiero besarlos, simplemente todo de el es perfecto. Me deja hipnotizada...

- Angie... ¿Hola?... Tierra llamando a Angie - Dice Rolando moviendo su mano enfrente de mi ojos, provocando que despierte de mi trance causado por su belleza.

- Hola Rolando - saludé triste, al volver a la vida real y recordar todo lo que estaba ocurriendo.

- Hola Angie, ¿Que haces aquí? - pregunta Rolando recostandose en la puerta. Dios era tan sexy... No, Angie concéntrate, te vienes a disculpar.

- Pues quería pedirte una disculpa, tal vez y es muy probable que no me perdones, lo entendería si ocurre eso, pero solo quiero decirte que.... - Miro atrás de el y habían maletas de viaje, ¿se va? - ¿Te vas de viaje? - Pregunté deseando ansiosa que dijiera que no.

- ah... Si, de hecho estaba esperando mi taxi para ir a el aeropuerto, cuando tocaste mi puerta, pero continúa con lo que estabas diciendo - fuck fuck fuck, no se puede ir, lo necesito, lo necesito aquí conmigo.

- mmmm no olvídalo - Contesté tratando de contener mis lágrimas, pero fue en vano.

- Oye Angie, ¿Que pasa? - pregunto acercándose a mi para abrazarme.

- Solo... No quiero que te vayas, te necesito Rolando, perdoname por todo, por todo el daño que te hice, pero eres lo único que está o bueno que estaba bien en mi vida, te amo Rolando, te amo infinitamente - solté mientras mi voz sonaba frágil hasta ya caer en lágrimas en su pecho.

- Angie, te perdono, no te guardo rencor, creeme que fuiste, eres y serás la persona que más ama mi corazón y estoy seguro que eres el amor de mi vida... Pero no de esta vida...así que esto es un adiós Angie, hasta volvernos a encontrar.

Agarro sus maletas, cerro la puerta y me dio un beso en la frente.

- Nunca te olvidare.... - Susurro en mi oído.

Sentía como mi corazón se destrozaba más con cada paso que daba el para acercarse al taxi. Cuando ya estaba adentro del auto hizo un gesto de adiós, no lo resistí más y caí al piso, mi llanto no paraba y tampoco quería que parara. minutos más tarde, estaba un poco más calmada, me levanté, pedí un Uber y espere a que llegara, cuando por fin llegó, me subí al carro. De camino a mi casa, el día se nublo de la nada, y comenzó a llover, ¿Acaso es este el fin? ¿Ya no habrá más Rolando y Angie?

Continuará....