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Changkyun no podía creer que el día finalmente había llegado, el maravilloso día en que tendría por primera vez a sus hijos adoptivos en casa. Le estaba costando dormir por la emoción que sentía, tenía la sensación de que estaba en un hermoso sueño, un sueño del cual no deseaba despertar jamás.
Pero cuando su cuerpo fue envuelto por los brazos protectores de su esposo supo que era la realidad, que realmente estaban por ser una familia. Le agradecía al universo por enviarle a un hombre tan increíble para vivir la vida y disfrutarla con su compañía, Namjoon es especial y único. Nunca había conocido a alguien tan maravilloso. Por supuesto que posee un buen físico pero lo que más le atrajo de él fue su interior y detalles que le hicieron flaquear.
En su primera cita pudo comprobar que él era el indicado, le trató de forma delicada y con amor a pesar de llevar poco de conocerse. Changkyun recordó con una sonrisa el momento en que se encontraron en una cafetería después de las clases del mayor, se veía nervioso y sus manos temblaban mientras sostenía un ramo de flores de aciano. Sus favoritas eras las flores púrpuras, pero desde que Namjoon le contó el significado de estas, cambió de opinión totalmente.
"Espero que te gusten, decidí traerte estas flores de aciano por su significado. ¿Sabías queen el lenguaje de las flores, el aciano es el mensajero de sentimientos puros y delicados?" Le explicó mientras colocaba una flor del ramo en su cabello, haciendo que sus mejillas adoptaran un color rosado.
Changkyun tenía un problema en cuanto a demostrar sus emociones, las mantenía ocultas por protección y para evitar que alguna persona le hiciera daño como en sus anteriores relaciones afectivas. Pero una vez más con Namjoon fue distinto, de su corazón nació el deseo de darle un beso en la mejilla al despedirse y le dedicó una sonrisa sincera.
En la segunda cita, el menor estaba acostumbrado a que el otro chico le llevara a la cama, tener sexo y dejar el asunto allí. Cuando Kim le propuso visitar un bar, pensó que él era igual a los demás y que en la primera oportunidad lo intentaría.
Grande fue su sorpresa que el mayor ni siquiera probó una gota de alcohol, se mantuvo sobrio para cuidar de él y llevarlo sano y salvo a su hogar. Namjoon se despidió con un abrazo fuerte y plantó un beso en su frente cuando lo encaminó a la puerta de su casa.
No fue hasta la quinta cita que tuvieron su primer beso, Changkyun sentía que flotaba entre las nubes ante lo esponjosos que eran los labios de Namjoon. Se acoplaban perfectamente a los suyos, como dos piezas de rompecabezas. Y Namjoon sintió lo mismo, una conexión especial mientras besaba sus labios rosas con sabor a cerezas y le tomaba de la cintura con firmeza.
Kim se esforzaba por llevar las cosas tranquilas, que todo fuera acomodándose naturalmente. Changkyun le hipnotizó desde la primera vez, su corazón reaccionaba de inmediato por él y era increíble sentirse así por alguien. Deseaba sentirlo el resto de su vida.
