Capítulo I: Barcos de Papel

1K 62 3
                                    

El mundo puede llegar a ser tan rudimentario. Creamos nuestra propia suerte, la llamamos destino y decimos que gracias a esa fuerza nos hemos encontrado. Mentiras, nada tiene porque estar pre-programado en la vida, las cosas ocurren y ya, el destino no es más que una ilusión por creer que algo puede manejar nuestras vidas y convertirnos en buenas o  malas personas.

Para mí el bien y el mal no existe. Decir esto es bueno o esto es malo es demasiado discriminatorio ¿Qué tal si lo malo llegara a ser bueno y lo bueno llegara a ser malo? No existe una línea entre el bien y el mal, mas bien, ellos son los que se han entrelazado las manos para confundirnos a todos y jurarse un amor eterno imaginario.

No es más que una ley de acción y reacción. Toda acción conlleva a una reacción.

—Sakura, te estás distrayendo de nuevo —Sentí como era jalada por el hombro sorpresivamente, evitando que chocara con un delgado letrero de "Alto"— ¿Y ahora en quien estas pensando? Espero no ser yo, no soportaría tu acoso— El comentario hizo que  regresara violentamente mi rostro a donde se encontraba Deidara, sonriéndome complacido, siguiendo sus pasos un poco más lento que los míos y quedándose ligeramente más atrás que yo.

—Ni en tus sueños más enfermos— Entrecerré los ojos mirándolo enojada, no me gustan esas bromitas de mal gusto que hace, si quiere una novia que se vaya a buscarla en vez de molestarme con esos comentarios de más.

—Hmm... ¿Y cómo sabes que ha sido en mis sueños más enfermos?— Su pregunta me dejo helada, volví a mirarlo y note una sorpresa demasiado sobreactuada, ahí está de nuevo, se está burlando de mí.

—¡Deidara!— Le grité, explotando. Ya era el colmo, me le acerqué con negras intenciones de dejarlo en un hospital por mucho, mucho tiempo.

—¡Ya! Sólo era una broma, uno no puede decirte nada porque te pones agresiva —Alzo ambas manos, meneándolas levemente con nerviosismo— hmm...¿Realmente eres una mujer?— Aunque su susurro llego a ser imperceptible, alcance a escucharlo, incluso el suspiro de cansancio que soltó después.

—Te escuche— Mi voz sonó amenazante, provocando unos posibles escalofríos en Deidara, el cual, pude presenciarlo, empezó a caminar cada vez más lento hasta llegar atrás de mi, sólo hasta que se sintió a salvo de mi comenzó a hablar.

—¿Qué eres? ¿Una máquina de destrucción masiva?  —Oí su voz quejarse por detrás de mí. No le conteste—  ¿Sakura? —Me llamó— ¿De nuevo piensas en alguien? Sabes, es muy molesto estarte hablando y que tú no escuches... hmm —Se quedó en silencio, como pensando en algo seriamente— Bueno, ya que no pareces darte cuenta de lo que pasa, aprovecharé para abusar de ti...hmm— Por segunda vez reaccioné sorpresivamente, volteando violentamente hacia Deidara.

—¡Ni si quiera lo intentes!— Le advertí molesta. No es que Deidara fuera capaz de hacerme daño o tuviera intenciones de tener una relación más intima conmigo, simplemente le gustaba molestarme con ello. Lo conozco desde que tengo memoria, pues es hermano de mi ex–rival, Ino. Realmente parece que no nos llevamos bien pero la verdad es que somos muy buenas amigas y a Deidara le importa poco como me lleve con su hermana, así que si estoy peleada con ella, Deidara aun seguiría hablándome.

—No lo iba a hacer, sólo quería llamar tu atención y ahora que la tengo... —Volví a ignorarlo girando mi cabeza hacia el frente— ¡Hey! ¡No me ignores!  Vamos... ni siquiera sabes lo que te voy a decir— Dijo en tono de súplica, cosa que yo ignoré, sabía exactamente qué era lo que tenía planeado decirme.

Vivir tanto tiempo de la compañía de alguien hace parecer sus acciones tan obvias. Giré un poco para ver de reojo a Deidara, me miraba suplicante. Suspiré por lo bajo con cansancio, sabía que era lo que me iba a pedir. Entrecerré los ojos con fastidio.

Efusivo ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora