Capitulo 2
Las últimas gotas de la tormenta golpean la ventana , los primeros rastros del sol traspasan las hojas y las ramas de los árboles, creando hermosas sombras danzantes dentro de la habitación, un pequeño canario, que a puesto su nido en la rama recargada del marco de la ventana, comienza su tranquilo canto al sentir el envolvente calor de la mañana de primavera.
El pequeño animal es interrumpido y ahuyentado cuando una pequeña gata de pelaje blanco y ojos azules golpea bruscamente el vidrio que los separa, mirando amenazante y atenta por algún rastro del mismo. Lentamente y con gesto vanidoso el felino se sube nuevamente a la cama de sabanas azules que esta a los pies de la gran ventana, acurrucándose en medio de las dos grandes almohadas en donde en una de ellas un chico de rasgos finos, piel blanca como la porcelana y cabello oscuro descansa flácida mente.
La única puerta del lugar se abre, dejando entrar a una mujer con solamente una toalla en manos, secándose el largo cabello café mientras tranquila y delicada camina hacia un pequeño armario. Aun desnuda, observa al chico de pies a cabeza admirando cada una de sus facciones de su rostro apacible, deja de lado lo que hacia para acercarse aun mas a su rostro y observarlo con mas claridad, el chico se mueve quedando cara a cara y dejando a descubierto su desnudo abdomen, lentamente y con delicadeza acerca su nariz a su cabello aspirando un poco para deleitarse con el inconfundible olor a vainilla que este posee; sonríe acercándose a su oído, haciendo aun lado los pocos mechones que lo cubren.
-Despierta...-susurra logrando que el chico se moviese nuevamente a su anterior posición.
Se vuelve para el lado contrario, volviendo a susurrar tratando de hasta moverlo un poco sin ningún resultado .
Ya desesperada,se sube a arriba de la cama a su lado, observándolo con una sonrisa mientras la pequeña gata se baja del mueble a gran velocidad.
-¡Despierta idiota!-grita en su oído empezando a saltar en la cama aun cuando el chico ya hasta había despertado de un salto.
-Joder Daria me va a dar un infarto un día de estos-dice mientras se talla la cien y se estira un poco.
-¿Te puede dar uno?-Dice la chica curiosa parando de saltar y sentándose a su lado.
-No lo se y no lo quiero averiguar, hazme el favor y ponte un poco de ropa.
El chico de lindas facciones tiene como nombre Zero y Daria, la chica curiosa y traviesa soy yo, Daria Cromwber.
-Vamos, se me hace tarde para el colegio.
La casa de mi abuela esta ubicada en una zona lejana a la ciudad, técnicamente se esta rodeado de vegetación y metros cuadrados de bosque, no me quejo, es una vista hermosa ademas de un ambiente tranquilo pero ir a la ciudad siempre es un problema por los 20 minutos caminando que uno se toma para llegar, casi 30 si el suelo se encuentra demasiado húmedo.
Con mi morral en mano y Zero detrás mio empezamos la bajada por el sendero pasando primero por 50 metros de arboles gigantescos, en el camino alcanzo a ver lo que es el antiguo parque abandonado con las grandes estatuas blancas de ángeles anunciando la entrada y evitando que se pierda entre tanta vegetación.
Cierro los ojos un momento, respirando todo el aire fresco y un poco frió que el lugar te ofrece, las casas en esta zona son hermosas cabañas de madera que no afectan para nada el ecosistema ademas de que están muy separadas una de otra, la mayoría que posee una sabe de la historia del pequeño parque, el porque de su abandono y el de no poner ni un solo pie en el lugar.
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Como en el dia y la noche |Christian Coma|
Mystery / ThrillerDesde pequeños se nos a inculcado una cosa o mas bien un pensamiento; para muchos es símbolo de tranquilidad pero para otros de angustia. Siempre, todas nuestras acciones, hasta la mas mínima es catalogada como buena o mala, tras esto nuestra person...