El chico de la banda de jazz

55 2 0
                                    

Capitulo 3


Un escritorio de madera de pino, con diversos documentos esparcidos en esta, algunos ordenados y otros desparramados junto con un ordenador que cubría gran parte del espacio; una gran silla giratoria de cuero marrón detrás con un hombre arrugado con un costoso traje sentado en este.

Con el sonido del lento tecleo haciendo eco en la enorme sala, los segundos se vuelven minutos y la desesperación se vuelve algo abundante en mi mente.

Me mira a intervalos de la pantalla mientras una de sus manos lentamente abandona el teclado, coge uno de los bolígrafos y escribe a gran velocidad en un pequeño papel, poniéndolo frente a mi cara de golpe.

-Esto es...

-Un aviso para sus padres o tutor de las horas extra que permanecerá en las instalaciones después de sus clases. -dice serio y firme, sin ningún rodeo.

-¿Me quedare a detención?

-Ambas comenzaron una pelea absurda de la cual ninguna salio ilesa,  como ningún estudiante me afirmo quien fue la agresora y quien la víctima me temo que tendré que sancionar a ambas por igual.

-No pregunto por eso...-susurro- ¿cual será mi sanción? 

-Tutora particular de los chicos de detención-dice lento y con firmeza, voltean dome a ver a los ojos por primera vez en todo el tiempo que eh estado sentada frente a su escritorio- si logras que alguno de ellos aprobé en la materia que le impartas descartare tu segundo castigo.

-¡Segundo castigo...!

-Expulsada hasta nuevo aviso, en esta institución no aceptamos ninguna clase de agresión física entre los alumnos y mucho menos entre señoritas, le advierto que la señorita Melani esta bajo las mismas consecuencias, claro que su castigo es diferente.

Me mantuve callada, no tengo mucho que decir bajo una situación así, al menos agradezco que no fuera el mismo castigo que el de Melani, no soportaría estar con ella encerrada mas tiempo del necesario.

-Es todo Cromwber, mañana puntual aquí mismo para entregarte el lugar, materia y quien estará a tu cargo.

-Buenas tardes.

El lugar esta totalmente vació, los clubes deportivos eran los únicos que seguían aquí y eso que ya se estaban marchando, la parada del bus era lo mismo, el último había salido ya hace media hora y esperar a que llegara el siguiente me haría llegar demasiado tarde a casa. Hay otra opción, seguir caminando algunas cuadras por el centro hasta llegar a otra parada de un bus que también me llevaría a mi destino, al menos así no llegaría tan tarde.

Sin más me puse a caminar, vi tiendas y lugares en el transcurso que no creí que vería de nuevo ; esa dulcería a la cual me encantaba ir de pequeña , el pequeño puesto de la señora que le encantaba mimar me con golosinas, la tienda de mascotas donde gaste todos mis ahorros en mi gata blanca, luna; todos lugares simples pero que me hicieron pasar momentos felices en mi niñez, me detengo en específico en un local de ropa, mi vestimenta es demasiado simple comparada con la de varias chicas dentro, vestidos de gala, blusas de marca y bolsos de diseñador.

Escucho como una tranquila melodía empieza a invadir el ambiente, proveniente de un restaurante, al parecer de comida china,de la otra calle en la que nos encontrábamos , era el sonido de una banda de jazz. La melodía es tranquila pero con un ritmo que te envuelve sin la intención de soltarte, un poco extraño al ser un restaurante chino el proveniente de tal hermoso sonido.

-¿Tienes hambre?-Pregunta Zero, sonriendo al escuchar mi estómago rugir.

-No me haría mal comer algo después de todo esto.

Entramos al restaurante, un tapiz rojo vino cubre todas las paredes siendo los asientos alumbrados por tenues luces, sus mesas y sillas de un color negro que combina con el rojo de asistencia paredes, un pequeño escenario en medio de todo donde, en efecto, un banda se presenta dando un ambiente cómodo y reconfortante. 

Una chica, menor en estatura, vistiendo un delantal negro y su cabello recogido en una coleta, se acerca a mi con una sonrisa, teniendo algunos menús en manos.

- Bienvenida a este nuestro restaurante , dígame ¿espera a alguien ?

-Emm no ...

-Entonces siga me señorita . -dice la chica dejando las menús en una mesita para solo coger uno-¿ Quiere estar cerca del escenario o gabinete ?.

-Yo...-alzo mi vista nuevamente, observando minuciosamente a la banda y a la gente que los admiraban-Junto al escenario esta bien...

Fideos , arroz con carne y otros vegetales fueron los que me acompañaron mientras admiraba detenidamente a la banda que había pasado de tocar melodías tranquilas a algunas un poco mas movidas y con muy buen ritmo por parte de la batería, observo a los integrantes a detalle y me doy cuenta de que todos son mayores de edad a excepción del baterista .

Brazos fuertes un poco tonificados, cubiertos por diversos tatuajes que no alcanzo a ver desde mi lugar, un brazalete de cuero en su muñeca derecha, cubierto únicamente con un chaleco negro igual de cuero, cabello largo hasta los hombros color negro sostenido con un pañuelo del mismo tono que se confunde un poco, y un poco de sombra negra en sus ojos que provoca mas profundidad, me mira.

-Es el mismo chico que no te quitaba la mirada de encima en el bus esta mañana.-menciona Zero sin interés.

Y tenía razón , era el mismo chico sólo que no traía su chaqueta.

-El chico de la banda de jazz - digo susurrando sin quitar la vista de el .

El cantante esta dando unas palabras de agradecimiento, todos aplauden ante hermoso espectáculo y yo sigo sumergida en su mirada; me observa serio, como si tratara de analizarme a través de mis ojos y aunque siento como si me invadiera no me disgusta, al contrario el sentimiento es reconfortante, como si dentro de mi complicada alma estuviera moviendo piezas a su antojo y eso me liberase de mucha tensión contenida; llega un momento en que el acto me agobia y sin poder evitarlo agacho la mirada sintiéndome arder. Un placer tan intenso que solo con cruzar miradas algunos minutos pudo transmitirme un desconocido, mas avergonzada no puedo sentirme.

-¿Desea algo mas?

-Unos segundos mas mirándome y siento que vomitare...-digo lento y aun agachada.

-¡Eh!, eh lo-lo siento señorita,¡vendré mas tarde!-dice la camarera sonrojada y corriendo hacia la entrada.

-Wow creo que se confundió.-ríe Zero.


***


-Estoy en casa...

La noche dominaba el cielo, como supuse llegue demasiado tarde a casa por lo cual tuve que usar la luz de mi celular para no perderme en el bosque; mi abuela se encuentra sumergida en una de sus novelas, ignorándome.

-Tengo un aviso del colegio para ti, lo dejare en la cocina.-no recibí respuesta.- estaré en mi habitación por cualquier cosa.

Ya en mi alcoba lo primero que hago es dejarme caer en el colchón al que le llamo cama despertando a mi gata, me despojo de mi suéter de lana que traía puesto y le cubro su carita observándola con una sonrisa como trata de librarse de este. Zero se acuesta a mi lado observándola de igual forma, cuando logra salir esta, con un hilo sobresaliente del mismo suéter empieza a juguetear con ella quien no se niega, acurrucándose en el.

Cierro mis ojos un momento, recordando cada momento del día deteniéndome en aquel extraño cruce de miradas, su rostro cálido cubierto de pequeñas gotas de sudor por la constante actividad, el vapor que expulsaba de su boca entreabierta , recargado sobre la batería como un tigre apunto de saltar hacia su presa, y sus ojos, ocultos entre el maquillaje, misteriosos al igual que todo en el; oscuridad, eso es lo que transmitía a simple vista, pero sentía que mas que eso tenía esa luz, como la luna, una luz tenue pero hermosa.


Aquel misterioso chico me ha atrapado, el chico de la banda de jazz.

Como en el dia y la noche  |Christian Coma|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora