03 (ii)

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A Jungkook no le gusta lo que ve, y sabe que se siente igual para cada lobo, los humanos frente a él no le dan buena espina, ya sea por la sensación instintiva de su lobo, quien presiente las cosas, o por el hecho de que el aroma pequeño que ellos expelen no le indica nada, como si de alguna forma buscaran ocultarlo de ellos.

Eso le dice una sola cosa, estos humanos, frente a ellos, no le tienen miedo, ni siquiera una pizca, es pura curiosidad lo que logra apreciar cuando les mira. Y eso, no le gusta para nada.

Sin embargo, es casi imposible para él concentrarse y darles todo su foco de atención, porque su lobo siente su propio aroma provenir desde unos metros a la lejanía, justo en dirección a la cabaña y Jungkook no tiene que pensar mucho para darse cuenta del motivo de la concentración de su propio aroma, mezclado con algo más, provenir de ahí.

Es simple para él poder entenderlo, y quizá le gusta torturarse a sí mismo cuando inspira hondo y profundo, sólo porque esa esencia le llena los pulmones y hace a su lobo querer ladrar orgulloso por ella, sintiéndola fuerte, suya, propia, y basta con que gire la cabeza un poco para observar directamente a la casa, donde Jungkook escanea con su mirada hasta detenerse en el ventanal, justo donde sabe que Taehyung está porque sus ojos conectan con los del vampiro a través del visillo de la cortina, aun si no lo ve realmente y sólo es su silueta borrosa a la cual intenta darle forma cuando enfoca su vista.

Sabe que está ahí, y sabe que Taehyung lo está mirando, así como él, porque lo siente, se siente observado de la misma forma, tan intenso y profundo que sus ojos no pueden evitar tornarse del mismo color del bosque que los rodea, tan brillante como si la esmeralda de su lobo se reflejara en un sol brillante que solo se ilumina para que él se muestre.

Debería detenerse ahora mismo, porque se está ahogando, más no puede y su único golpe de realidad es la tensión que emana el lobo de Yoongi y el cual su mismo lobo siente, gruñendo a la defensiva cuando huele el peligro.

—Si no mal recuerdo —Yoongi dice, haciendo que Jungkook vuelva la cabeza hacia adelante, hacia su voz, al mismo tiempo que el vampiro se quita de la ventana—, prometieron no molestar —el líder chasquea la lengua, de forma desaprobatoria y Jungkook agudiza la mirada cuando escanea al grupo de hombres que se ubicaba frente a ellos, con uno al frente como cabecilla, a unos metros de Yoongi—, ¿Qué parte de que no los queremos aquí no entendieron? ¿había que repetírselo al gobernador más veces o qué?

Antes de que ellos puedan responder, hay movimiento por la periferia de Jungkook, y cuando gira la cabeza logra ver a unos lobos acercarse, reconociendo a los capitanes Hani y Heechul en su forma de lobo. Ellos se ubican a cada lado de Yoongi y gruñen, mostrando una posición arisca y sobreprotectora a favor del alfa, buscando intimidar a los humanos porque en su territorio, ellos eran enemigos.

—Me presento —oye decir al hombre que se ubica delante de los otros, vestido con un traje formal, impecable y presentable. Él hizo una reverencia pequeña con un gesto de cabeza y sonrió—, mi nombre es Choi Siwon, y estoy a cargo del departamento de ciencias e investigación del gobierno.

Eso de inmediato le hizo fruncir el ceño, confundido cuando su mente intenta entender por qué y para qué esta clase de sujetos estaban en su bosque.

Y el gruñido que pega Yoongi, definitivamente lo pone en alerta.

—Al grano. —pide, haciendo al humano tensarse visiblemente, más ese brillo de curiosidad nunca yéndose de su cara, cuando sus ojos van desde Yoongi hacia el resto de capitanes, incluso en Jimin, quien se mantenía un poco más cerca de su compañero que el resto.

GRANATUM #2; taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora