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Han pasado 84 años ahre. Hola volví, en mi defensa este es un cap de 14k+ así que equivale a todos los meses que no actualicé asdlkj que estén bien ♥

spoiler: atentis pq pasan muchas cosas

















Jungkook a los diez años creía ser invencible.

Su hermano no pensaba lo mismo, y eso convertía la situación en un montón de discusiones por decisiones suicidas de Jungkook, quien, según Jin, sigue vivo y saludable gracias al fuerte animal que tenía en él.

Un lobo alfa que se obligó a madurar cuando a Jungkook en su infancia se le fue arrebatado todo lo que tenía; sus padres y la mayoría de los adultos soldados de la manada.

La pena se sufrió en el alma, y su pequeño y débil cuerpo, acumulado de tristeza, no pudo hacer otra cosa que refugiarse en su lobo.

Un lobo, elegido por la luna para cumplir un rol tan importante como velar y proteger a los suyos.

Con su vida.

Eso hacía a un alfa.

Una labor que Jungkook llevaba escrita bajo su piel. Recorriendo sus venas.

Y era una labor que no cumplió.

Su familia murió a manos de cazadores.

Su manada murió a mano de cazadores y él no cumplió su labor.

Porque su lobo era débil.

Jungkook creció repitiéndose esa frase tantas veces que su parte animal se obligó a madurar mucho antes que él pudiera en forma humana.

Fue así, como bajo ese mismo raciocinio que le carcomía la zona más oculta de su corazón, él hizo cosas.

Varias cosas.

Demasiadas y estúpidas.

Fue así.

Una vez se le ocurrió saltar del acantilado que quedaba en la zona este de la reserva.

Sobrevivió.

Porque tenía que volverse fuerte.

Fue así.

Se había adentrado en el bosque, más allá del terreno, pasando los montes donde vivía la mayoría de los lobos salvajes, sin dueños, sin alfas, sin manada.

Pasó una semana sin comida, sin agua.

Solo.

Una semana para que su hermano y otros capitanes dieran con su rastro.

Jungkook les había dicho que lo hacía para volverse fuerte.

Porque siempre se trató de eso.

Recuerda la forma en la cual Jin le había gruñido, con ojeras marcadas bajo sus ojos llorosos y con ese aroma melancólico y triste.

Recuerda los brazos de Namjoon, quien lo cubrió en su pecho, escondiéndolo del mundo que le estaba haciendo tanto mal.

Recuerda también los labios de Yoongi, el nuevo alfa, posados en la coronilla de su cabeza, murmurando enojado, pero susurrándole palabras de consuelo a las cuales él se aferró con fuerza.

Le habían dado ganas de llorar.

Pero no lo hizo.

Porque era fuerte.

Jungkook tampoco recuerda la última vez que lloró.

Cree que nunca, o quizá fue algo que su mente simplemente borró. A veces tenía ciertos bloqueos, demasiadas lagunas mentales en sus recuerdos, como si su lobo hubiese escondido ciertas memorias dolorosas insoportables para un niño como él.

GRANATUM #2; taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora