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Tuvieron que construir otra casa.

Mingyu se sigue riendo sobre eso cada que lleva electrodomésticos y alguno que otro mueble para decorar este nuevo hogar.

Una vez, a escondidas, llevó una fotografía de él y Hoseok. Ambos con trajes de cazadores, Mingyu conservaba el mismo semblante mientras que Hoseok parecía apenas un niño adolescente.

Taehyung encontró la foto de casualidad y casi quema el pequeño papel después de sentir el recuerdo de la risa burlesca de Mingyu retumbar y retumbar en sus oídos.

No lo hizo.

A veces la mira con rabia. Pero sigue ahí intacta de todas maneras, decorando el mueble cerca de la entrada.

El modelo de la casa era similar al antiguo, de dos pisos, con cocina y living separados, sin embargo, ya no existe el dormitorio en el piso de abajo.

Jungkook había conversado todo el asunto con Jin, correspondía que su hermano mayor fuera el encargado de tomar una decisión.

Jin simplemente le acarició el cabello y le dijo que estaba orgulloso de ser su hermano.

Así que Jungkook y Taehyung tomaron las decisiones en conjunto. Como una familia.

Dios.

El pecho de Jungkook siempre ruge orgulloso cuando piensa en esa connotación entre ellos dos.

La habitación de Jungkook ahora era mucho más grande, ideal para dos personas y la habitación que antes solía ser de Jimin, quedó como un dormitorio de invitados.

Mingyu fue el primero en auto invitarse, pero Taehyung le gruñó casi como si fuese lobo y Mingyu no insistió porque Taehyung y Jungkook no cocinaban pastelitos y en la casa de Jimin y Yoongi sí, por lo que prefería mil veces dormir allá que acá y blah, blah, blah.

Taehyung admite que se puso un poco celoso.

Pero sigue en esta etapa de negación donde asume que el resto no es de tanta importancia como él piensa.

La gente no debía saber eso. Solo Jungkook a través del lazo, pero tampoco hizo comentario. Quiso hacerlo, pero solo hizo una mueca como si quisiera reír y nada más antes de que Taehyung le besara y lo distrajera con cosas como empezar a contarle los lunares de su piel, desde los pies hasta el cuello.

Taehyung tiene formas muy fascinantes para distraerlo.

Jungkook no se queja.

Pero, de todas formas, tuvieron que hacer algo para que Taehyung dejara de reaccionar como un maldito virgen (connotación negativa que se da el propio vampiro) cada que Jungkook respiraba cerca.

La magia era tan poderosa que estaba enlazada con sus emociones, por más mínimas que estas sean.

Por el momento, Yeji le enseñó a canalizar el velo que ponía a la casa a modo de protección y "antivisitas". Esa palabra fue de Mingyu cuando un día salió disparado hacia atrás al intentar toca la puerta de la casa, Taehyung sabiendo que venía, pero el muy hijo de puta le tendió esa broma por todo el asunto de la fotografía, qué imbécil.

El velo revestía cada cosa que existía en el hogar donde vivían, como si todo a su alrededor estuviese protegido de las mismas emociones de Taehyung.

GRANATUM #2; taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora