GRANATUM #2; taekook

21.5

Extractos del diario de Kim Yunho, recuperado por el laboratorio de ciencias e investigación manejado por el ministerio de defensa del gobierno humano.

[...] Lo habíamos dialogado varias veces, un sinnúmero de ellas.

Soñábamos con formar nuestra propia familia.

Tenía fe en que podíamos.

La fe era importante.

Podíamos hacerlo y ser eternos.

Ella, yo y nuestro hijo [...]

[...] Era precioso, sin igual, no había nada como él.

Sus ojos color miel, su rostro, su tez. Sus pequeños dedos apretaron mi índice.

El recuerdo de su nacimiento nos pesa de una forma amarga.

Porque la vida de Yura se apagó.

Habíamos desafiado la ley de vida regida, y el universo nos castigó.

Como las brujas decían: para recibir, hay que dar algo a cambio.

Taehyung, nuestro hermoso Taehyung era el hijo biológico y legítimo de un vampiro y una bruja.

Su poder era inmensurable, habíamos creado un arma de guerra, un niño que, por su sangre, corría el poder de un vampiro mayor, y magia de una bruja suprema.

Habíamos hecho un desastre, y la muerte de Yura, fue la confirmación de eso [...]

[...] Lo veía venir, sabía que estaba sucediendo.

Nunca creí que tan pronto.

Taehyung fue apartado de mi lado. Las brujas se lo llevaron. [...]

[...] Las hermanas de Yura reclamaron a Taehyung como suyo.

Era un brujo. El primer brujo.

Y su poder, tenía que ser adiestrado. [...]

[...] Supe lo que hicieron, y no entendía por qué. Taehyung con su poder podría tener el mundo a sus pies.

Lo habían maldecido. [...]

[...] Vi a mi hijo cincuenta años después, tenía la presencia de un pequeño niño de diez años.

No supe lo que le hicieron hasta que le mencioné lo que podría hacer con tal poder, con un poder que no se debía solamente a su raza de vampiro, sino que también a su magia de brujo.

Se encogió en su sitio, cayó al suelo llorando y su rostro completo se cubrió de negro, como sombras que se arrastraban desde sus brazos hasta su cuello, cubriéndolo todo.

Taehyung estaba maldito.

Lo abracé y lo atraje a mi pecho.

Lloré [...]

[...] Un vampiro no estaba destinado a tener una familia.