Capítulo 1;

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Otra vez por la mañana, era lo primero en lo que pensaba cada día. Todas las mañanas venían personas a vernos y si les gustábamos nos adoptaban, era agotador y a mi parecer algo injusto, si no eres mono o mona y chica tardas más en que te adopten. Había niños de todas las clases y edades, pero yo prefería quedarme leyendo antes que estar jugando.
Me puse mi vestido favorito, uno de flores en tonos verdes y azules, junto con unas sandalias plateadas y me peinaron con una trenza de espiga. Cogí mi libro favorito y me senté en la alfombra para leerlo. Mientras leía escuchaba la puerta abrirse y cerrarse constantemente. Una de las veces miré y vi a una chica, era alta, delgada y rubia, me pareció muy guapa. Me fui al mostrador donde la estaban atendiendo, siempre que me aburro me voy allí a ayudar a Lola, nuestra cuidadora...
- Hola Lola, ¿Puedo ayudarte?-dije tirando levemente de su vestido para llamar su atención debido a lo pequeña que era.
-Lola- Claro que sí princesita, ayúdame a atender a esta jovencita.-dijo subiéndome a la mesa.
-Lana- Me llamo Lana, actualmente vivo en una casa junto a 6 chicos. Es una casa muy amplia y tiene jardines y piscina. Nos gustaría adoptar a una niña si es posible y creo que ella sería perfecta. -dijo mirándome. - se le ve dulce y amable, además es muy guapa. -me sonrojé.
-Lola- ¡Hala _____, mira que bien! -dijo entusiasmada.
- Sí... -dije sonriéndole a la chica.
-Lana- Pero que ojos más bonitos, son morados. -dijo acariciando mi mejilla.
Asentí tímidamente, mis ojos me causaban la mayor parte de mis problemas.
Estuvieron hablando y firmando unos papeles para que yo me pudiera ir a casa de aquella chica. Estaba nerviosa, desde que Lola me encontró y me trajo nunca he salido.
-Lola- Bueno, pues voy a recoger las cosas de _____ y ya te la puedes llevar. -dijo subiendo las escaleras y dejándome sola con aquella chica.
-Lana- Y... Cuéntame cosas sobre ti. -dijo posando sus manos en mis rodillas.
- Yo......soy un poco vergonzosa, me gusta leer, mi color favorito es el morado, tengo 6 años y me encantan los peluches. -dije los más rápido que pude y luego miré al suelo.
-Lana- A mi también, tengo muchos en mi cuarto. Cuando lleguemos  a la casa te los enseño. -dijo contenta.
- Oh, me encantaría, estoy deseando verlos. -dije mirándole a los ojos.
Nos abrazamos y ella me cogió en brazos, como la gran mayoría de adultos hacían al verme.
-Lola- Listo, aquí está su maleta, ______, pórtate bien como tú sabes. -dijo sonriente.
- Vale, te echaré de menos Lola. -dije un poco triste, tenía ganas de irme, pero Lola siempre fue una madre para mí.
-Lola- Yo también peque, ven algún día a visitarme. -dijo besando mi mejilla.
-Lana- Te lo prometo. -dijo para acto seguido ir hacia la puerta.
Nos fuimos fuera de mi "casa" y Lana me llevó todo el camino en brazos, es cierto que era muy pequeña y delgadita, pero puedo andar. 
Llegamos a una casa enorme, daba un poco de miedo y llamamos al porterillo.
-Lana- Soy yo, traigo a la niña. -dijo sonriente.
-xx- Vale, perfecto. -dijo una voz al otro lado del altavoz, parecía la de un hombre.
Pasamos la gran puerta de metal, para llegar a una enorme mansión, rodeada de un precioso jardín y allí nos esperaban 6 chicos, de la misma edad que Lana diría yo, aunque alguno más joven que otro.
Ella me bajó al suelo y me dio la mano para que la acompañara.
-Lana- Chicos ella es _____, tiene 6 años y será la nueva residente de esta casa. -dijo acercándome a esos chicos.
Los chicos me miraban con ternura, pero yo me avergoncé un poquito y me cubrí con Lana.
-Lana- Es un poco vergonzosa, así que darle tiempo. -dijo tocando suavemente mi pelo.
-xx- Vale, nos presentamos, yo soy Samuel, y ellos son Guille, Frank, Rubén, Alex y Luzu. -dijo una voz no muy grave para el físico que tenía el hombre.
- H-hola... -dije sonrojada.
-Rubén- Pero mira que eres mona. -dijo haciendo cosas raras con sus dedos.
Me hizo gracia.
-Guillle- Y mira que ojazos morados. -Oh no, seguro que ahora me abandonan.
-Samu- ¿¡¿¿Morados?!!?? No me lo creo, es un sueño. -entonces ¿Les gustan?
-Luzu- Es que le gusta mucho el morado. -dijo dándole una palmada en la espalda.
De repente alguien me coge por la espalda y, como acto reflejo, engancho las piernas a su cintura por un lado, y le agarro del cuello para no caerme, tipo koala.
-Samu- Te vamos a enseñar la casa. -me dio un beso en la mejilla y nos adentramos en la gran puerta de madera.
Era enorme la casa, tenía un cuarto para cada uno y 5 cuartos de baño, un enorme salón, terraza, jardín y una enorme cocina, piscina...etc. Mi cuarto era precioso, era de color blanco y morado, la cama era como las de las princesas. Una habitación perfecta para mí, diría yo.
-Lana- Algún día iremos a comprar ropa nueva ¿Vale? -dijo mientras sonreía.
- Nunca he ido de compras. -dije mirando al suelo.
-Lana- Oh, pobrecita...tranquila conmigo irás muchas veces. -dijo besando mi cabeza tiernamente.
-Alex- Mira tenemos esto para ti. -dijo sonriente mientras sacaba algo de su espalda.
Era un oso de peluche, como el que tenía en el orfanato. Samu me bajó y corrí a abrazarlo...
-Frank- Nos alegramos que te guste, peque. -dijo sonriente como los demás.
- Muchas gracias. -dije en apenas un susurro.
-Samu- No se dan, chiqui. -dijo enseñando sus preciosos dientes blancos.
Guille me cogió y me llevó al sofá del salón, me sentó en sus piernas y me tendió para atrás. Estaba súper cómoda y los demás nos miraban con ojitos súper tiernos. Me puse de lado y me apoyé en su hombro. Le di un beso en la mejilla y me quedé dormida mientras él me abrazaba. Creo que me gusta mi nueva familia, el problema era él...siempre él.

Corregido lo mejor posible :)

Adoptada por  youtubers. (1°Temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora