Capítulo 9

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Capítulo 9
En la actualidad…
Llego a casa de mis padres bastante tarde. Son casi las diez de la noche y en el trayecto en el ascensor, he estado retocando un poco el maquillaje, sobre todo en mis ojos para que no se note que he llorado. No quiero que nadie sepa lo que ha sucedido. Al menos por el momento.
Entro en casa con mi copia de las llaves y la primera que viene a recibirme es Alice. Ya lleva puesto su pijama de franela, por lo que me imagino que me estaba esperando para que le diera su beso de buenas noches.
La sonrió para que no note que estoy mal y la cojo en brazos para darle un beso en su sonrosada mejilla. Alice me abraza y se acurruca sobre mí. Está agotada.
- Hola – saludo a mis padres antes de dejar el bolso.
- Estábamos preocupados – comenta mi madre – Tardabas mucho.
- Ha habido una urgencia y he tenido que quedarme un poco más. – miento.
Mis padres parecen conformes con esa respuesta, así que tras quitarme el abrigo, voy con Alice a su cuarto para acostarla.
-  Mamá.
- Dime, cielo.
- Echo de menos a papá. – me dice con voz triste y siento un retorcijón en el corazón. – ¿Cuándo vamos a volver a casa? Quiero que me lea un cuento antes de dormir y que me haga cosquillas después de bañarme. Echo de menos que los sábados veamos juntos en vuestra cama una película de dibujos. Y también que papá me dé su explosión de besos – sonrío y acaricio su pelo rubio recordando ese juego.
La explosión de besos es algo que ideó Ethan para llenar a Alice la cara y la barriga de besos. A ella le encanta y verles hacer aquello me colma de felicidad y hace que me enamore más de mi marido.
Suspiro nostálgica y me inclino para darle un beso en la frente.
- Prontito veremos a papá. ¿Vale?
- Sí, pero yo quiero volver a casa. Los tres.
No sé qué contestarle ante eso que ha dicho, por lo que simplemente le deseo las buenas noches y me levanto para salir del cuarto.
Regreso al salón y veo que mi padre no está. Al comprobar la hora, sé que ya se ha ido a la cama. No le gusta acostarse tarde, pero mi madre sigue sentada en el sofá con un álbum de fotos en las manos.
Sin decir nada, me siento a su lado y compruebo la foto que está viendo. En ella salimos las dos sonrientes. Yo estoy embarazada y mi madre posa una mano en mi vientre. Sin poder evitarlo, siento como los ojos se me humedecen, pero enseguida me los seco. Estoy tan cansada de llorar… es lo único que he hecho estos días y ya está bien de derramar lágrimas.
- Alice y yo hemos estado viendo fotos. – me dice. – Recuerdo el día que te presentaste aquí con Ethan para decirnos a tu padre y a mí que íbamos a ser abuelos – recuerda mi madre – Llevábamos un mes sin saber de ti y nos quedamos estupefactos al verte aparecer con él y un anillo en el dedo.
- Papá montó en cólera. – susurro – Me alegro de que intervinieras, porque si ese día me hubiera ido por donde había venido, no me habríais vuelto a ver.
Cuando mi padre nos empezó a gritar que nos fuéramos y que yo era una deshonra para él por lo que hice, mi madre le mandó callar y nos acogió a los dos. Incluso nos pidió perdón por lo que hizo mi padre y por lo que ella me metía en la cabeza para que no saliera con él.
Ese mismo día, mis padres me confesaron que estaban mal y que estaban plateándose el divorcio, pero la noticia de mi embarazo les colmó a los dos de felicidad. No sabía que tuvieran esa ilusión de ser abuelos. Siempre los vi muy fríos y serios conmigo y Carlos.
Alice fue la solución de todo. Ella trajo la paz. Aunque al principio mi padre se mostró reacio, tras el nacimiento y ver cómo Ethan miraba y cuidaba de nuestra hija le hizo ver que era un buen hombre para mí. Además, por fin nos dio su bendición y se disculpó con nosotros. Reconoció que era un buen hombre, trabajador y por encima de todo, un hombre que nos quería y cuidaba.
Me concentro en el álbum y mi madre pasa una página para seguir viendo las fotos. Esta vez sale también Ethan, pero no mira a la cámara. Me mira a mí. Completamente embobado como si fuera todo para él. Aunque no le vea los ojos, se nota el amor con el que me observa. Mi corazón late. Es como si hubiera vuelto a despertar tras días muerto. Solo una foto me ha provocado esto. Le quiero con toda mi alma, pero no sé si esta vez de verdad ha dejado atrás a sus amigos.
Por Nico y Saúl, sé que no les ha vuelto a ver y que ellos han recuperado la relación de amistad que tenían. Le sacan de casa, pero enseguida se despide de ellos. Me han dicho que parece un muerto viviente y que no deja de pensar en nosotras.
- Hoy cuando Alice y él han hablado, la niña se ha puesto a llorar y juraría que Ethan también. – miro a mi madre sintiendo un nudo en la garganta – Alice dice que quiere volver a casa. Que lo echa mucho de menos y que quiere estar con él. – bajo la mirada y trago saliva. Me siento una mala persona por separarles. – Ay, cariño si la hubieras escuchado cómo la pobre le decía que le quería. A mí se me ha partido el corazón.
Desvío la mirada pensando en si debo hablar con él. Aunque fuera solo para quedar y que Alice pasara tiempo con su padre. No puedo privarla de él. Ni a Ethan de ella.
- ¿Crees que debería hablar con él?
- Sí. – contesta sin dudar – Estás mal, Ciara. Te veo muy triste y decaída y pienso que una llamada podría lograr que volvieras a ser feliz. Considéralo.
Y dicho esto, me da un beso en la mejilla y se levanta del sofá tras tenderme el álbum para retirarse a su cuarto y acostarse.
Me quedo unos minutos más viendo las fotos y sonrió cuando le veo a él salir en varias. Nos veo a los dos en ellas sonriendo felices y enamorados y me detengo en una en la que salimos los tres. Alice tenía minutos de vida. La tengo yo en brazos y la miro con una tierna sonrisa al igual que Ethan que tiene su frente apoyada sobre la mía. A pesar de mis pintas, la foto es preciosa.
La acaricio con la yema del dedo. Le echo tanto de menos… le necesito tanto a mi lado… Cierro el álbum y me levanto del sofá para salir a la terraza. Hace bastante frío, pero no quiero despertar a nadie con mi llamada.
- Ciara… – escucho como su voz ahogada pronuncia mi nombre.
- Hola. – es lo único que soy capaz de decirle.
- No… no sé qué decirte… yo… ya no estoy con ellos. Tuvimos una discusión tras la nuestra. Cuando te fuiste, les vi volver.
- Ethan… – intento interrumpirle. No quiero saber nada, pero él continua hablando.
- Me dijeron que habían oído todo tras la puerta y que estaban esperando que te fueras para volver a entrar. Se estaban riendo, Ciara. – le noto enfadado mientras me lo relata – Y Luis te faltó al respeto. Le di un puñetazo.
- Ethan… –vuelvo a intentarlo sin éxito.
- Y me culpé por haber estado tan ciego. No…no sé qué me pasaba por la cabeza y he tenido que perderte de nuevo para darme cuenta. Sé que no me merezco más oportunidades, pero quiero que me perdones.
- Ethan… calla, por favor – le pido. No quiero saber nada de esos tres. – Te llamaba porque…bueno… Alice te echa de menos – «y yo también», pienso. – y quizá sería bueno que quedáramos para que os vierais.
- Yo también os echo de menos. A las dos – mi corazón late con fuerza – Os quiero muchísimo y no quiero perderos. Quiero que regreséis a casa.
- No sé… yo… Ethan… ¿sabes las veces que me has dicho que las cosas iban a cambiar y después ellos volvían y empeoraban? Ya no confío en esa promesa.
- He roto definitivamente mi relación con ellos, Ciara. Te lo juro por Alice. – sus palabras me hacen pensar, pero no quiero bajar la guardia – ¿Por qué no quedamos mañana los tres y hablamos? Por favor, Ciara…
Expulso un suspiro entrecortado y me masajeo las sienes. Ahora mismo estoy con las defensas bajas tras el aborto y verle y poder estar con él es lo que más necesito. Soy débil, lo sé. Pero lo que más deseo en estos momentos es su calor y protección.
- Está bien. – decido – Podemos quedar a las once en el parque de casa. A Alice le gustará estar allí.
- Vale. Perfecto.
- Vale. Hasta mañana.
- Hasta mañana, Ciara. Te quiero.
Cuelgo sin contestarle y abrazo el móvil contra mi pecho esperando no arrepentirme de la decisión que he tomado. Sé que es el principio del fin. El fin de este sufrimiento o de nuestra relación.

Una última vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora