En la actualidad...
Han pasado varios meses desde que decidí darle una nueva oportunidad a Ethan. Esa última vez que él me pidió y me alegro de haberlo hecho, pues, aunque en estos meses hayamos discutido en más de una ocasión, nuestra relación ha vuelto a ser la que era.
Esta semana ha sido nuestro aniversario de boda, por lo que este fin de semana mis padres se quedan con Alice para que nosotros podamos celebrarlo a solas. Y no tengo ni idea qué vamos a hacer. Ethan no quiere decirme nada, pero sé dónde vamos. A aquel pueblo donde nos conocimos.
Mis padres todavía conservan la casa donde vivimos hasta que nos mudamos a la ciudad. A Alice le encanta pasar las vacaciones o algunos fines de semana en ese lugar y a Ethan todavía le parece mentira que ahora durmamos en esa casa y en la misma habitación, cuando antes tenía que tener mucho cuidado a la hora de colarse para verme.
Enseguida llegamos y tras aparcar el coche, bajamos para descargar las maletas, pero me sorprende que él no entre.
— El plan empieza en una hora y, aunque me muera por estar contigo, para no perder la gracia tenemos que estar separados, pero estate lista a las nueve. —Me besa.
— Está bien. —Agarro mi maleta para tirar de ella—. Sé puntual. —Le digo antes de lanzarle un beso al aire.
Tal y como ha dicho, a las nueve estoy lista. No sé qué vamos a hacer, por lo que me he arreglado con un sencillo vestido rosa palo que me compré el otro día y unas manoletinas. El pelo lo llevo recogido en una trenza informal que cuelga por el lado derecho de mi hombro rozándome el pecho. Me he maquillado lo justo y la única joya que llevo es mi anillo de boda.
Sigo observando mi imagen ante el espejo cuando escucho unos suaves golpes en la ventana del salón. Voy hacia él y sonrió al descorrer las cortinas y ver a Ethan al otro lado. Abro la ventana y asomo medio cuerpo.
— ¿Qué haces?
— Shhh. —Me pide silencio llevándose un dedo a la boca—. No hagas ruido. Si tus padres me pillan colándome en su casa para secuestrarte, me capan.
No puedo evitar soltar una carcajada al entender qué está haciendo. Simular que volvemos a ser esos jóvenes de veinte años. Feliz y enamorada, le sigo el juego.
— No dejaré que lo hagan. —Le susurro—. Dame un segundo y nos vamos.
Corro para coger el bolso y tras apagar las luces, se lo tiendo a Ethan para que me lo sujete mientras me subo al poyete de la ventana para salir por ella como hacía siempre que me escapaba con él. Posa sus manos en mi cintura para ayudarme a bajar y me roba un beso antes de entrelazar mi mano con la suya para salir de la parcela.
— ¿Y dónde me llevas a cenar?
— Bueno, me encantaría llevarte al restaurante más bonito del pueblo, pero como si nos pillan, se liará gorda con tus padres, he pensado en ir mejor a otro lugar. ¿Confías en mí?
— Siempre. —Le sonrió notando mis mejillas sonrojadas.
Me dejo guiar por él hasta que llegamos al lugar donde tuvimos nuestra primera cita. En un restaurante abandonado con un pequeño jardín donde se encuentra un pozo que le da un aire más romántico a esta especie de picnic que ha preparado. Unos pocos farolillos iluminan la estancia, pero a diferencia de nuestra primera cita aquí, no cenaremos en el césped que tras el paso de los años está bastante descuidado, sino en una mesa que se encuentra sobre el camino de piedra.
— No se me da muy bien cocinar, pero espero que te guste el menú.
Miro expectante como Ethan saca de una cesta de mimbre esos tallarines al pesto y el risotto de setas que me preparó en nuestra primera cita junto con un delicioso tiramisú de café como postre.
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Una última vez
RomanceTodo el mundo conoce una historia de amor y su final. Pero, ¿qué pasa después del famoso y vivieron felices y comieron perdices? Ciara y Ethan siempre han luchado por su relación. Desde su noviazgo, han pasado por muchas dificultades, pero finalment...