Na Jaemin era un chico que ante los ojos de todos parecía tenerlo todo de manera tan proporcional que daba envidia. Muchos querían tener y saber el porqué de aquella amplia sonrisa que tenía casi todo el tiempo. Pero nada es lo que parece. No puedes juzgar a un libro por su portada. Na Jaemin no tiene nada. Esta vacío. Está hueco. Dentro de él no habita emoción alguna. Los sentimientos son algo únicamente momentáneo. Necesita tanto y a la vez nada.