La mujer de los Tres Grandes tiene deseos de librarse de su aburrimiento, sus grandes ojos curiosos se dirigen al par de amigos que tiene. Mirio sonreía viendo a Tamaki comer. Justo lo que necesitaba para llevar lejos su aburrimiento. ¿y esto en qué mejora su estado? Su amigo rubio no tenía la misma sonrisa que le daba a todo el mundo, no, esa sonrisa era embobada. Y ella ya lo sabía, sólo había un problema, ¡ellos son muy puros! Créditos del fanart a Jellysmuts
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