¡Crecer es tan complicado! Por eso, en este diario pondré mis pensamientos, mis emociones, el problema que se vino cuando cumplí los diecisiete y, aunque sé que será difícil ocultarlo, mis esfuerzos de hacer lo mejor para que nuestro mundo no colapse. Entiendo que lo nuestro es un amor nunca debió existir, que la gente se reirá a nuestras espaldas, nos despreciará en la cara y señalará por todos lados; pero intentaré hacer caso omiso a las miradas, al odio del pueblo y seguiré adelante junto a la persona que escogí para pasar el resto de mis días. Después de todo, soy una Rodrick y mi apellido siempre habló por encima de la moral, de los preceptos sociales y la mala sangre es algo que se hereda como una maldición ancestral. Dios mío, ¿Por qué no me dijeron que amar sería así de retorcido?