Tanto Nyoko como Neji fueron descritos toda su vida como "personas calmadas". Sin embargo, dicha etiqueta desvalidó sus sentimientos porque difería de la realidad y, en el momento en que se dieron cuenta que coincidían en ello, se permitieron ser el apoyo del otro, dejando atrás su primer mal encuentro y el choque de percepciones. «Toma con fuerza mis manos y yo seré tu guía. Juntos vamos a encontrar el azul cielo»