Preocupación latente

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Al día siguiente, cuando cayó la noche, llegaron los primeros gritos de guerra, al igual que los primeros ataques. Rápidamente todos los habitantes se apresuraron para ir a su formación y dar pelea. Tan pronto como comenzó también surgieron heridos, por lo que el hospital improvisado en sectores estratégicos enseguida dio inicio a su labor.

Los mismos equipos de la academia quedaron cerca del otro, pudiendo así darle apoyo a quien lo necesitaba, ya sea ayudando a matar al enemigo, dándole tiempo para que armen una estrategia o dándole minutos para recuperar el aliento. El combate era bastante intenso. Cada vez se extendía más y más tiempo. Los colores del amanecer no tardaron en manifestarse, pero aún quedaban contrincantes de pie.

El campo era una destrucción por doquier, con cientos de masas de cuerpos inertes, armas desperdigadas, sangre. Era una imagen poco grata a la vista, pero a los valientes luchadores no les quedaba otra más que aguantar el cansancio de sus extremidades y el atroz paisaje para defender honrosamente la aldea que tanto amaban.

Por otro lado, cada tienda montada que funcionaba como hospital también era un caos. Mantenían un ritmo sobrehumano para rescatar tantas vidas como fuera posible. Las camillas comenzaban a ser insuficientes, por lo que muchos estaban en el suelo si no entraban en un rango alto de riesgo. Cada vez se acumulaban más y más pacientes, e incluso aquellos con heridas más leves regresaron al campo de batalla.

—¿Cuánto crees que falte? —preguntó Ino a su equipo. Estaba verdaderamente exhausta. Se esforzó en usar sabiamente su chakra, pero no le quedaba mucho.

—No sé, espero que no mucho —respondió brevemente Shikamaru.

Los equipos ahora estaban mucho más dispersos porque una cosa llevó a la otra y de la nada terminaron en puntos lejanos. Sin embargo, confiaban plenamente en las habilidades de sus amigos, pero también les jugaba en contra porque estaban más vulnerables a los ataques por el cansancio.

Rock Lee, TenTen y Neji, tras haber limpiado el área en el que estaban se dividieron para ayudar a los distintos grupos cercanos que había. De esta forma, Neji rápidamente apareció junto a Naruto y Hinata. Su cabello estaba totalmente suelto ya que un ataque había roto la coleta que lo sujetaba.

—¿Y los demás? —preguntó extrañado el Hyuga, mientras se ponía en posición.

—No sé —respondió tímida su prima —. Se fueron alejando.

—¡¡Pagarás por todo esto, de veras!! —el hiperactivo rubio hizo una secuencia de ataques.

—¡Naruto, no seas imprudente! —le regañó el mayor —. Busca su punto ciego o débil —recomendó, pero comenzó a buscarlo él mismo ya que estaba seguro de que no iba a tener en cuenta su consejo.

Hinata y él analizaron el patrón de Naruto para poder pensar en la mejor forma de acoplarse a él sin fracasar en el intento. Pronto, lograron hacerlo y lucharon en sincronía. Sin embargo, el enemigo era muy poderoso y tenía bastante chakra, mientras que ellos tenían muy poca reserva. Aun así, le ponían las cosas difíciles, por lo que el contrincante decidió efectuar un ataque que requería de mucha chakra.

—¡Naruto, cuidado! —gritó la única mujer de allí.

—¡Hinata, no! —su primo se puso frente a ella, listo para defenderla y recibir el impacto, aún si costara su vida.

"Parece que no regresaré a salvo, lo siento, Nyoko" pensó mientras las estacas se acercaban en cámara lenta. No tenía tiempo de hacer un jutsu o movimiento para evitarlo. Por más que no fuera capaz de mantener su palabra, estaba orgulloso de la persona en la que se había convertido y estaba dispuesto a dejar todo atrás para que su prima pudiera experimentar todo aquello que él pudo: un amor sincero, complicidad, entendimiento mutuo, entre otras cosas.

Unexpected; Neji HyugaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora