Epílogo

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Cuando se atraviesa una situación como una guerra, el tiempo pasa de una forma distinta. Por eso, por más que empezaran a salir formalmente hacía un par de meses, sentían que ya tenían un año o más juntos. Además, ambos tenían una interpretación similar de amor, al igual que sus formas de demostrar afecto.

Konoha y el resto de las aldeas ya habían logrado reparar casi en su totalidad los daños ocasionados. La gente intentaba seguir adelante a pesar de las pérdidas que hubo, pero reinaba una paz como nunca antes. Era el inicio de un mundo más próspero y maduro. Los enfrentamientos seguirían, obviamente, pero no de la forma en la que ocurrieron hasta hace poco.

Los Sabaku no habían ido de visita a Konoha para presenciar el ascenso de Kakashi como el sexto hokage. Hoy era la ceremonia en su honor. Neji y Nyoko habían quedado en reunirse en la plaza, donde se tomaron el tiempo de conocerse aquel día, para ir juntos hacia allí.

—Te ves hermosa —la halagó antes de darle un fugaz beso.

—¿Te viste? Tú estás más lindo —contraatacó con un poco de timidez.

Se lo quedó viendo unos segundos. En su mente se reproducían cada uno de los momentos que compartieron juntos hasta llegar al presente, por tal nostalgia encontró el valor para dar el primer paso: luego de varios meses saliendo, ella fue quien lo besó. Fue un beso duradero y un poco torpe, que transmitía cada una de las cosas que sentía por dentro. Al separarse, Neji tenía un leve sonrojo en sus mejillas, pero se lo notaba complacido, orgulloso y contento.

—Te tardaste demasiado, creí que nunca lo harías.

—Neji, eres lo mejor que me pasó, la mejor sorpresa de la vida. No puedo creer todo lo que has hecho por mí, por nosotros. Yo... te...

—No hace falta que lo digas porque lo sé, yo también me siento igual. Lo creas o no, tú también hiciste mucho por mí. ¿Sabes? Aunque ya no tenga un clan y vuelva a tener la marca, me siento más libre que nunca porque me ayudas a superar cada adversidad de la vida con tu apoyo incondicional y compañía.

—Yo también me siento libre. Me sentía agobiada, encerrada y perdida, pero verte me inspiró, me consoló y ahora me siento capaz de todo. También me hiciste dar cuenta de varias cosas y ahora me puedo expresar más.

—Tú también hiciste de tu parte ya que buscaste la forma de cambiar lo que te señalé. Bien, me gustaría escucharte más hablar de tus sentimientos pero se nos hace tarde —le besó la frente —, y tenemos mucho que vivir y compartir. Lo demás lo dirás cuando llegue el momento y yo también lo haré.

—Sí, tienes razón —lo tomó de la mano y avanzaron hacia el punto de celebración. La multitud era enorme, era difícil no sentirse asfixiado allí. Sin embargo, se las arreglaron para encontrar unos conocidos —. ¡Ino, pelo de piña, Choji!

—Oh, hola Nyoko, Neji. Se ven preciosos —elogió la rubia. El resto saludó brevemente.

—Nyoko, vuelvo en un momento —le avisó su novio, ella asintió.

Neji avanzó y cuando ya no podían verle la cara, activó el byakugan. Pronto, encontró la ubicación de Kankuro y fue hacia su encuentro. Fue difícil avanzar entre la muchedumbre, pero logró hacerlo, sobre todo porque las chicas no se le tiraban encima ya que todos sabían que no era soltero.

—Sabaku no Kankuro —llamó —. ¿Puedo hablar un minuto contigo?

—Ya qué. Dime.

Caminaron hacia un lugar con menos personas para tener un poco más de privacidad y poder escucharse, dado que era un griterío donde se celebraba la ceremonia.

—Gracias a ti y a Nyoko, aquel día no morí, así que quería agradecerte como era debido. También me gustaría preguntarte por qué decidiste ayudarla ya que no se conocían hace mucho.

Unexpected; Neji HyugaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora