Unexpected; Neji Hyuga

Inesperada conexión

Una semana había pasado. La pequeña Senju ya había ido a comer a la casa de la familia de Choji. Amaba esa casa, siempre se sintió bienvenida y se llevaba consigo una gran calidez en el pecho al regresar a su hogar. Increíblemente, no se lamentaba por no haber tenido esa misma acogida en su niñez; solo disfrutaba esos momentos donde se sentía parte de algo. También Ino había asistido, generando así una unión un poco más cercana entre las chicas.

En el presente, la joven estaba de visita en el hospital. Su extutor había llegado a pésimas condiciones por el abuso del sharingan. Se sentó a un lado del peligris, intentando ignorar el hecho de que estaba leyendo un libro para adultos. Pronto, la rubia soltó un sonido de sorpresa.

—¿Qué? ¿De qué te sorprendes?

—Me acabo de dar cuenta de que seguramente cuando era niña y me entrenabas leías libros pervertidos como ese.

Kakashi se puso nervioso. Era un misterio si estaba sonrojado o no, en ocasiones esa máscara en su rostro era bastante ventajosa.

—¿Viniste aquí solo a decirme eso?

—Nop, quería pasar tiempo contigo.

—¿Y qué hay de Shikamaru, Choji e Ino?

—Ya estuve con ellos el otro día, pasar tantos días con amigos es agotador.

—Ya veo. ¿No has hecho más amigos?

—No diría que son amigos, sabes que no me tomo eso a la ligera, pero no recordaba que todos en esta aldea fueran tan amables. Ahora entiendo mejor por qué todos se esfuerzan en protegerla.

—Me alegra que lo veas, sé que dentro tuyo hay una oscuridad que te atormenta pero todos estamos aquí para acompañarte. Todos tenemos un lado oscuro dentro, pero la razón por la que somos capaces de brillar y seguir adelante es porque nos apoyamos. Nunca dudes en dar una mano a pesar de que puedas salir lastimada. A veces es difícil llegar a alguien, pero todos tienen el espíritu del fuego dentro.

—Um, claro aunque no me esperaba toda esta charla.

—Se vienen tiempos difíciles, tienes que estar lista para dar todo de ti y defender a aquellos que amas.

—Claro. Como sea, me voy. Descansa, Kakashi sensei. Gracias por todo.

Nyoko huyó de allí porque de nuevo los recuerdos le pesaban. Llegó a una plaza que conocía bien, se sentó en un columpio y mientras se balanceaba en este, le daba la sensación de estar viajando en el tiempo, viajar a aquellos años... Tenía varios dilemas dentro de sí: intentaba formular una opinión adecuada sobre cada uno de sus recuerdos y comparó la aldea de aquellos años con la actual.

—La aldea se ve mejor desde que me fui —susurró. Y también, como aquella noche, una voz grave la interrumpió.

—¿Y qué esperabas? Pasaron muchas cosas desde entonces —Neji se quejó mientras se sentaba en el columpio de al lado.

—Princeso, eres un fastidio.

—Y tú poco original. ¿Acaso imitas a Shikamaru?

—Una parte de él está en mí, después de todo es lo mejor que tengo —confesó con la mirada perdida en el frente. El Hyuga soltó un sonido de confusión y luego se puso a analizar las palabras de la chica.

—Lo debes considerar como un hermano.

—Sí. A él y a Choji, ambos son bastante distintos pero son de las mejores personas que conocí y no se corrompieron.

"No se corrompieron", la frase resonó en la cabeza del Hyuga, captando su atención. No se había equivocado al pensar en que su familia se veía complicada (conclusión que sacó por cómo evadió hablar sobre su pelo, su desinterés, seriedad y otras cosas) aunque ahora notaba que la cosa iba más allá: las relaciones en sí parecían cargarle a la rubia.