Lynnette tiene una cosa clara en la vida: no volverá a caer dos veces en la misma piedra. Sobre todo, si esa piedra es pelirroja, con pecas que incitan al pecado y ojos que te desarman por completo. Kenai es cosa del pasado. Lo odia. Es esa basurilla que te molesta en el ojo. La mancha de aceite del pantalón. La mosca que te incordia en el oído. Y, por alguna razón, no consigue deshacerse de él ni con agua caliente. Cuando Kenai vuelve a la ciudad, Lynnette está empeñada en ignorarlo. Lo había amado en un pasado, pero no volverá a ocurrir. Olvida que, donde hubo amor, cenizas quedan. Se olvida de que el ave Fenix siempre resurge de sus cenizas. ¿Lo hará también su amor? *** Tercer libro de "Imposible perdón" No es necesario leer las anteriores para entender esta. Todas mis novelas son autoconclusivas Prohibido la copia y/o plagio. Portada hecha por @thebabypes
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