El destino... algo en el que jamás creí, porque era una convencida que la vida se hacía día a día, pero al fin de cuentas, no ha sido lo que anhelaba, porque desde pequeña soñaba con ser alguien importante, me juraba y me perjuraba jamás trabajar para los Katin, como lo ha hecho mi familia por cuatro generaciones, pero no siempre hay elecciones y como decía mi padre... "Nunca digas nunca Yulia, la necesidad tiene cara hereje"... yo reía y le contestaba que "su" necesidad la tendría, pero la mía seguro que jamás... diez años después, mi padre tenía razón, mi necesidad tuvo cara hereje y me llevo a trabajar para los Katin... sobre todo para Andrey, el maldito viejo más loco, egocéntrico y rico de Moscú... sus pleitos eran tan extravagantes como su vida... y yo, como el maldito viejo vociferaba: "Eres mi resuelve pleitos y chupasangres favorita"... así nos llamaba a todos sus abogados: "Chupasangres o Sanguijuelas"... pero a mí, como decía mi abuelo, me toco bailar con la renga... tuve que llevar adelante el pleito mas enorme y tramposo que el viejo tenía, el maldito loco de Andrey Katin quería la expropiación de la Industria textil "Katina's"... cuya dueña era la enigmática y prácticamente desconocida, Elena Katina... su única nieta... jamás pensé que sucedería todo aquello, jamás pensé en que tan extraño sería mi destino... que cercar a Elena Katina tendría un delirante precio... mi error, fue hacer todo lo contrario a lo que aconsejo a mis clientes y por lo cual he ganado bastante dinero: firmar... firmar algo casi sin pensar y leer... algo que me dio una sentencia y de vida... firmé: EL CONVENIO. Esta historia le pertenece a JuanaLaLoca, gran autora.
20 parts