Por un lado, Minho hizo una promesa de permanecer en cada una de las vidas de su alma gemela, un lazo eterno que ni siquiera la muerte podría deshacer. Por otro lado, Han se aferrará con todas sus fuerzas a esa promesa, dispuesto a luchar contra cualquier adversidad que amenace con separarlos. En cada coincidencia, se forjarán recuerdos que perdurarán en sus corazones: momentos inolvidables, algunos colmados de belleza y risas, y otros marcados por lágrimas y sufrimiento.