No Puedo Quedarme⌠John Winchester joven⌡Supernatural

Parte 15

Camille arrastró la alfombra hasta la entrada de la puerta tapando la trampa para demonios que había marcado en suelo con su cuchillo.

—Y si quedan atrapados ahí, ¿solo los apuñalarás? —preguntó John con preocupación. Después de todo, eran sus amigos.

—Eso sería lo más sencillo, sí. Pero, —rodó los ojos —ya que son tus amigos, puedo tomarme el tiempo de exorcizarlos. Tienes suerte de que tenga una extraordinaria memoria.

—Ayer olvidaste los huevos en la sartén —bromeó el joven.

—Cállate —respondió riendo.

Cuando llegaron las ocho y media de la noche, ambos se encontraban sentados en el sofá. Llamaron a la puerta, y ambos se miraron unos segundos. Esperaban lo peor.

John se levantó y se dirigió hacia la puerta.

—¡John! ¡Somos nosotros! —exclamaron desde el otro lado.

Camille se acercó al lado de la puerta y detrás de ella, empuñó su cuchillo. Asintió con la cabeza para darle la señal al Winchester, quien comprendió el mensaje y giró la manija, casi al instante retrocedió varios pasos hasta salir de la alfombra y por ende, de la trampa para demonios.

—¡Feliz cumpleaños para nosotros! —exclamaron dos voces juntas abriendo de golpe la puerta. Entraron dos jóvenes rubios, quienes parecían ser gemelos idénticos, y detrás un moreno con una gran sonrisa en el rostro y botellas de whisky en las manos. Los recién llegados al ver que John no los recibía como de costumbre y solo los quedaba mirando, cortaron unos segundos su felicidad. —¿Qué sucede, hombre? —preguntó uno de los rubios. Luego giró para encontrarse con Camille, quien aún miraba expectante si es que podían salir de la trampa. —Oh, holaaa —saludó el mismo rubio ahora con una entonación coqueta. —¿interrumpimos algo?

John negó con la cabeza.

—Feliz cumpleaños, Ronald y Theo —felicitó el Winchester fingiendo alegría. Extendió los brazos, pero sin moverse de su lugar. Los rubios lo miraron extrañados unos segundos, luego se acercaron a abrazarlo.

Camille y John exhalaron al ver que salieron con normalidad de la trampa. La cazadora guardó de manera disimulada su cuchillo en su bota derecha.

Luego siguió el muchacho moreno, quien también pasó el círculo y llegó hasta su amigo para darle un abrazo como saludo.

—John, si nos hubieras dicho que estabas ocupado con una novia, no hubiéramos insistido —contó el moreno viendo a Camille.

—Ah, no es... —dijo el Winchester conectando su mirada con la de la joven.

—No soy, —continuó Camille —somos amigos.

—Oh, entonces mucho mejor —se alegró Ronald acercándose hasta Camille, quien levantó las cejas expectante. —Soy Ronald Jewkins, mi hermano Theo y Kevin Landon. —señaló al moreno. —¿Te quedas a la reunión, —dijo sin terminar para que le dijera su nombre. Le tendió su mano como saludo.

—Rose —inventó. —Rose Peterson. —correspondió el gesto.

John frunció el ceño. Luego comprendió que era por seguridad, no decirle su verdadero nombre.