No Puedo Quedarme⌠John Winchester joven⌡Supernatural

Parte 12

—Por cierto, creo que esto te pertenece —dijo John tendiéndole el collar de oro.

—No, no lo es —negó Camille —fue por lo que tomé de la tienda, ¿recuerdas?

—De hecho, ya no trabajo ahí. No es importante —respondió entregándoselo.

—¿Te despidieron?

—Eh... sí. Creo que dejar el cuerpo de un hombre apuñalado y huir no fue una buena idea. —contó con humor.

Le había asegurado a los Winchester que no arruinaría a su padre, y ya lo habían despedido del trabajo por culpa suya. Fantástico. Sin añadir el hecho de que ninguno de los dos podía salir del edificio, ya que cualquiera podría ser un demonio esperando por ellos. Se encontraban atrapados en una especie de cuarentena, por ella. Detestaba sentirse culpable por eso.

—Lo siento. —se disculpó con honestidad —Prometo que apenas vuelva con mis amigos, tu vida continuará con normalidad.

—Admito que fue divertido.

—¿Ser despedido?

John rio.

—Escapar de la policía, la falsa policía claro. Robar un auto. Nunca había hecho algo así.

Camille sonrió.

—¿Qué eres exactamente? Me refiero a tu... trabajo. ¿Eres alguna clase de agente?

Ella suspiró intentando pensar cómo resumir en pocas palabras, pero sin dar demasiados detalles de lo que realmente es.

—Sí, soy una agente del gobierno, que... guarda información peligrosa. La magia es... solo cosa mía. Y los seres extraños, son para los agentes más... experimentados.

—¿Del gobierno? La paga debe ser muy buena.

Camille levantó las cejas sabiendo perfectamente que ya no recibía ninguna recompensa monetaria siendo cazadora.

—Sí, podría comprar este edificio si quisiera —bromeó.

Luego de esta conversación, John ofreció su cama para que Camille pudiera descansar, a lo cual las cinco veces se negó por completo, ya no quería incomodarlo más. ¿Y si por su culpa, John desarrolla algún dolor en la espalda que cambie su futuro?, pensó. Luego se lanzó al sofá más grande y dijo que no se movería de ahí hasta que amanezca.

El muchacho solo rio, fue a su habitación, y al regresar a la sala, le dio una colcha y una almohada para que descanse mejor.