Creo que nuestra condición (de seres sexuados) es nuestra motivación (para ponerla en práctica). Practicamos el sexo porque somos sexo.
-Valerie Tasso.
Nunca, ni en sus sueños más salvajes, se imaginó estando en esta posición o mejor dicho nunca im...
"Estás en cada una de mis respiraciones, en cada pensamiento, estás metida tan profundamente en mi interior que "amor" no es una palabra lo suficientemente fuerte para expresarlo, tienes mi devoción, tu nombre está grabado en mi alma, mi lobo es tuyo para que lo mandes. ¿Cien años? Eso no es suficiente. Yo quiero la eternidad".
Nalini Singh - La llamada del deseo.
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La mañana ha sido un poco difícil para Kageyama, su cuerpo se siente pesado, su mente se siente distraída, lleva unos 30 minutos despierto, acostado en su cama, viendo el techo y pensando en todo lo que ha pasado, ahora que ya no tiene el shock inicial de la situación, y puede pensar un poco más claramente, o eso cree, porque aunque sabe que lo que presenció el día anterior posiblemente solo sea un malentendido, su mente no deja de hacerse preguntas como ¿merece estar con Kuroo cuando parece que el drama y los malos ratos no quieren alejarse de su vida? ¿Kuroo estaría más tranquilo, más feliz con alguien más? ¿acaso todas situaciones son una especie de señales para hacerle ver que debe alejarse de Kuroo? Su hábito depresivo de menospreciarse está apareciendo de nuevo, por un momento pensó que solo estaba siendo exagerado y que la situación no es tan grave, pero cuando le agregas todos los infortunios anteriores no puedes dejar de pensar que puede ser así, puede que solo esté destinado a no ser feliz, que el amor no es para él, que no debe pensar siquiera en desear una relación estable, y luego de todo lo que ha sucedido en su vida, Kageyama empieza de verdad a sentirse así o puede que simplemente sea su psique la que quiere jugar con sus emociones, sea cual sea la situación, ahora solo quiere poder ver a Kuroo, sabe bien que le dijo que se verían, pero no sabe cómo afrontar la situación, sería más fácil si solo se vieran en la universidad, pero es domingo y la verdad no quiere esperar un día más, ayer solo se fue dejando a Kuroo en una especie de limbo y eso también lo tiene preocupado, lo último que quiere es que todo esto se convierta en una situación más grave de lo que realmente es.
Dándose vuelta, enterró su rostro en la almohada ahogando un grito, sabe que tiene que parar de pensar tanto, de menospreciarse, de angustiarse, pero siempre es más fácil decirlo que hacerlo. Salió de sus cavilaciones gracias a unos toques en su puerta, y esa voz que tanto deseaba escuchar.
── ¿Tobio? «dijo Kuroo del otro lado de la puerta» ─ sé que no te dije nada que vendría, ni siquiera sé si estás aquí, pero... no puedo esperar un segundo más, necesito que solucionemos esto por favor...
Su voz se escuchó mucho más apagada de lo que realmente esperaba, Kuroo es un manojo de nervios, y ese miedo de perder a Kageyama está creciendo cada vez más. La puerta se abrió mostrando a un Kageyama claramente decaído vistiendo solo una sudadera negra unas tallas más grandes, su sudadera, si Kuroo pudiera describir cómo se siente al ver esa imagen, sería imposible en realidad, tiene una mezcla de alivio y dolor al mismo tiempo, alivio porque si Kageyama no quisiera saber nada de él muy probablemente no estaría utilizando la sudadera de la que se adueñó hace ya un tiempo, y dolor porque el chico se ve lamentable, se nota claramente que no ha dormido bien, además, su postura, su expresión y su aura se nota un poco depresiva, él no quiere ser la razón por la que Tobio esté así, no quiere hacerlo sufrir de ninguna manera.