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El día viernes fue de lo más aburrido para Chenle, Renjun había faltado a clases y sus amigos también habían lucido algo más desanimados.
Lo único que le levantaba más el ánimo era la práctica de básquetbol después de la jornada.
Apenas sonó el timbre de salida, tomó su mochila para ir hacia su casillero y recoger su bolso, para posteriormente dirigirse al gimnasio.
Apenas llegó al lugar saludó a los demás integrantes del club y fue hacia los vestuarios para cambiarse a su uniforme.
Antes de volver a salir para la cancha revisó su teléfono de nuevo.
Le había mandado un mensaje al chino mayor, preguntándole el porqué de su ausencia a clases y si todo estaba bien, y diciéndole que se cuide, pero los mensajes parecían no llegarle.
Suspiró y terminó por guardar el teléfono en su bolso para salir, por fin, a la cancha donde todos le estaban esperando.
Al salir saludó a todo el equipo y comenzaron con la práctica.
Trató de concentrarse lo más que pudo en el pequeño partido de práctica que habían comenzado y en anotar las cosas que deberían reforzar, pero Renjun seguía en algún lugar de su mente, desconcentrándolo en varias ocasiones.
—Bien, tomemos un descanso —gritó cuando vio a todos tirados en el piso del gimnasio —Iré a comprar agua para todos, quédense aquí.
Tras varias afirmaciones Chenle salió del gimnasio y entró al establecimiento yendo directo a la cantina.
No tardó mucho en comprar aquello y en cuanto pagó agarró las bolsas con las botellas y comenzó a caminar de vuelta al gimnasio.
Caminaba distraído y no notó al chico que venía frente a él, el cual tampoco parecía haberse percatado de su presencia, hasta que ambos chocaron.
Chenle se tambaleó en su lugar y levantó la vista de sus pies cuando sintió el golpe, mirando al pelinegro que igual se pudo mantener de pie.
—Oh, lo siento Hyunjin, estaba algo distraído —se disculpó el chino inclinándose levemente.
—No te preocupes, Chenle, yo igual andaba algo distraído —lo calmó el pelinegro. Bajó su vista a las bolsas que llevaba y el menor y preguntó —¿Estás en práctica?
—Sí, justo estaba llevándoles agua a los chicos —afirmó Chenle.
—¿Puedo ir a ver? —preguntó Hyunjin y dudó un poco para lo que seguía, pero terminó por decirlo —Tengo algo que decirte.
—Oh, ¿qué es?
—Te cuento después de la práctica, no hagas esperar más a los demás —Hyunjin se encogió de hombros y Chenle asintió.
