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Apenas Donghyuck llegó a su casa se tiró en el sillón de la sala, haciendo que sus padres lo miraran extrañados.
—¡Que vergüenza! —chilló estampando su rostro en uno de los cojines.
Sus padres se miraron entre ellos y su madre terminó por acercarse a él.
La mujer se puso de cuclillas frente al sillón y habló en voz baja.
—¿Sucedió algo, cariño? ¿La pasaste bien hoy con tus amigos y el niño bonito?
Donghyuck respondió aún con su cara enterrada en el cojín —Le regalé unas horquillas y le dije que se veía precioso.
—Oh, pero eso es muy tierno, ¿por qué te avergüenzas? —su madre acomodó el cabello del castaño con delicadeza.
—¿Qué pasa si no le gustó que yo le dijera eso? ¿Y si lo puse incómodo? Ay Dios.
—Deja de pensar en lo peor Hyuckie —lo reprendió su madre —Piensa que quizás si le gustó el cumplido, no te comas tanto la cabecita.
El moreno no levantó su cabeza y su madre soltó un suspiro, volviendo a hablar segundos después.
—¿Te gusta ese niño, Hyuck? Y respóndeme con la verdad.
Todo quedó en silencio por casi un minuto entero.
¿Le gustaba ese niño? ¿Le gustaba Renjun?
Si gustar era que no podía sacarlo de su mente, que sus ojos iban hacia él en cualquier momento, que se sentía feliz estando a su lado y que su corazón palpitaba rápido cuando apenas escuchaba su voz, entonces si.
Le gustaba Renjun.
Asintió lenta y suavemente, de una manera casi imperceptible, pero su madre lo vio y formó una pequeña sonrisa en su rostro.
—Entonces no dudes más, intenta conquistarlo.
Donghyuck abrió los ojos de golpe y levantó la cabeza con rapidez.
—¿Acaso quieres que me muera de vergüenza o qué? Probablemente saldría corriendo en cuanto me dé cuenta de lo que hago.
Su madre rodó los ojos debido a la exageración —O es superar tu vergüenza y obtener al niño bonito, o es quedarte con tu vergüenza y perder al niño bonito. Tú eliges.
—Yo que tú iría por la primera —murmuró su hermana mayor mientras pasaba por la sala en su camino a la cocina.
Donghyuck suspiró y se incorporó en el sillón, mirando a la mujer frente a él.
—¿Entonces qué debo hacer? —la mujer sonrió y se sentó a su lado para agarrarle una mano.
—Mira, primero que todo intenta tratarlo bien, tienes que ganarte su confianza, si puedes estar con él, mejor.
