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Ya era martes y Jaemin apenas ingresaba al colegio con su característica sonrisa en su rostro

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Ya era martes y Jaemin apenas ingresaba al colegio con su característica sonrisa en su rostro.

Saludó a algunos de sus compañeros con una leve inclinación y continuó su camino hacia donde suponía estarían sus amigos.

Se acercó a su risueño grupo y abrazó el hombro de Chenle cuando llegó a ellos.

—Hola, ¿qué cuentan?

—Jisung se tropezó cuando estaba entrando.

—Jeno se chocó con la puerta de la entrada.

—Chenle se golpeó la frente cuando abrió su casillero.

Jaemin miró asombrado a sus amigos —¡¿Y me estás diciendo que me perdí todo eso?!

—Te pasa por llegar tarde genio, ¿por qué te demoraste? —se burló Donghyuck.

—El bus no llegaba, no es mi culpa.

—Como digas. Mejor entremos, no queremos que Jung se enoje —habló Donghyuck mirando a sus amigos de su misma edad.

—Jung nunca se enoja, no se preocupen —respondió Jisung con una media sonrisa.

—Cierto que ustedes también lo tienen en literatura, ¿no es así? —Chenle asintió en respuesta y el timbre sonó.

Como de costumbre se alejaron de sus amigos menores y fueron hacia su propia aula.

Jaemin entró primero. Generalmente solía hacerlo último, pero no le importó, estos últimos días estuvo muy distraído.

Y distraído mirando a Huang, claro estaba.

Ya había admitido sentir algo por el chico. Se había pasado todo el fin de semana replanteándose y repasando sus sentimientos y solo pudo llegar a la misma conclusión que ya había llegado antes.

Estaba enamorado.

Así que no fue sorpresa que apenas cruzara la puerta sus ojos se desviaron automáticamente a una esquina del aula, donde el castaño reposaba su cabeza en su mano y miraba su cuaderno.

Sonrió para sí mismo y avanzó a su asiento. Se podría pasar horas mirando al chico, pero eso sería acoso, y no quería que el chico lo odiara.

Eso era lo que menos quería.

Después de unos segundos se unió a la conversación que mantenían sus dos amigos y cuando escucharon la puerta del aula abrirse enmudecieron.

Jung entraba con su traje, como todos los martes, y su maletín. Dejó este en su mesa y saludó a la clase, la cual respondió.

Siguieron en silencio los movimientos del hombre, el cual sacó uno de sus fibrones de  su estuche y comenzó a escribir en la pizarra. Cuando acabó se dio la vuelta.

Gamer Pro | Renjun x NCT DreamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora